domingo, 18 de mayo de 2014

TRAS LA PISTA DE LOS TEMPLARIOS EN ORIHUELA, DONDE EN CADA ESQUINA SE ERIGE UNA IGLESIA





Siendo natural de Murcia, es un delito no haber visitado como se merece Orihuela, una ciudad, donde detrás de cada esquina, podemos adivinar un templo, ermita o iglesia, teniendo por metros cuadrados y por habitantes, más lugares religiosos, que en toda la Región junta. Es casi un delito no ser religioso, arqueólogo o historiador, allí, con todo el "material" del que disponen, vaya.

detalle de un adorno de la verja interior de la catedral

Seminario para futuros sacerdotes situado en lo alto de la ciudad
habitación de Miguel Hernández
Empecé mi ruta turística improvisada, con un familiar que reside allí, a modo de guía, por la biblioteca que está junto al centro cultural, pasando por el famoso palacio de Rubalcava (del que os dejé las fotos en una entrada anterior), y desde allí, a pie, paseé por todo el casco antiguo, pasando por la casa de Miguel Hernández, pasé por el río, me tomé uno de los mejores dulces que he probado "un chato" en una confitería que hay junto al puente que es muy chiquitita (aunque tiene sillas y mesas en la puerta). Consiste en una masa finita rellena de cabello de ángel y un poco de crema pastelera en el centro. Absolutamente delicioso, con el tema de los dulces de Orihuela tendría para otro blog, ni más ni menos porque a los dulces de la zona, tenemos que sumarle los dulces conventuales que realizan las monjas artesanalmente, siendo éste uno de ellos, con un sabor delicado casi celestial.(Por cierto, antes de llegar a la catedral, compré un par de monas en "Los dulces del Cardenal" con sabor a anís exquisito).

.De camino a la catedral, vi algunas cosas curiosas que me llamaron la atención:


-una estatua con los ojos vendados elevando un cáliz con la mano derecha. Pensé que se trataba de la justicia, pero no, así que no tengo ni idea del porqué de esta figura. No sé si le cubrieron los ojos en tiempos de guerra, para que quizás no fuera testigo de los horrores sucedidos. Además allí habían decapitado algunas estatuas, por lo que lo de ésta no tiene mucho sentido.

Entrada sellada
-En el mismo tiempo y cerca de ésta estatua, hay una puerta en la fachada que aparece "tapiada" o sellada, por lo que no sé si daría a algún pasadizo.

un cuadro del purgatorio
Dentro de la catedral también hubieron cosas que me sorprendieron bastante:

-Un cuadro del purgatorio bastante oscuro, que muestra varias figuras humanas en plena agonía.
-Un antiguo códice o libro con un curioso marcapáginas.
-Antiguas inscripciones de tumbas por todo el pavimento de la catedral.
-También y para mi sorpresa, me tropecé con la estampa, en cuadro, del famoso "cristo de los rayos" al que le reza mi abuela, y el cual ella ve acompañado de la Virgen, como ya os he contado en otro post. Fué muy curioso tropezármelo allí, pero no tuve tiempo de hacerle la foto, porque tenía cita con el sacristán para hacerle un par de preguntillas indiscretas, de esas que tanto nos gustan en este blog, a saber:


un cristo que con la mano alzada parece que va a cogerte, da impresión

1.-Porqué hay agujeros pequeños rodeando todo el cuerpo interior del templo? Son respiraderos de la tumbas subterráneas? Respuesta: No, son para que respiren los muros de la humedad, vamos respiraderos.



Libro antiguo en la catedral
2.-Cuántos enterramientos hay en sus muros?
inscripción de enterramiento en el pavimento de la catedral
"Pues verás, hay algunos obispos enterrados en las paredes y en el subsuelo, que están momificados naturalmente, pero no se pueden visitar. Cuando se entierran, se les echa cal viva para que se consuman antes, y así puedo meterlos en una bolsa y hacer hueco para el siguiente, que ya lo tengo preparado". Y además como curiosidad, me contó que se puso a reformar el suelo que hay junto a una moderna pila bautismal, y se llevó la sorpresa de que todo el pavimento estaba lleno de huesos, así que dejó de excavar y construyó la nueva pila unos centímetros más hacia la derecha, para no tocar los huesos, descuadrando la cruz en la que termina con la del techo (si vais os podéis fijar, está en un lateral del altar mayor, cerca de la puerta de salida).


acceso a la  torre, el cual pronto se abrirá
 



cruces templarias en sus  muros
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