Hace unas semanas, un conocido programa de misterio televisivo a nivel nacional, realizaba un reportaje sobre un accidente ocurrido hace bastantes años en el pozo interior del castillo de la localidad de Mula en Murcia. Tristemente, una niña pequeña que acompañaba a sus padres en un trágico y fatídico día, cayó por esta oquedad perdiendo la vida por la gravedad de la caída. Años más tarde de este suceso, otra niña, más mayor que la primera, accedía al castillo con una amiga, y en un momento determinado le ocurría lo mismo que a la primera, caía por esta fosa interior, con la salvedad, que esta vez, y después de un aparatoso rescate en vertical, con las autoridades presentes y demás en la escena del suceso, sí que tuvo un final feliz, y la joven pudo ser rescatada con heridas menores, de menor consideración, de las que pudiera haberse propinado a tenor de la profundidad del hueco.
Psicofonías angustiosas de voces infantiles, que parecían provenir del fondo del mismo pozo, fueron los resultados del experimento realizado, previa experiencia de aislamiento y una fotografía, donde una figura de rasgos humanoides y de atrezo indeterminado, (de ropajes como antiguos), hicieron acto de presencia y dejaron entrever, una realidad coexistente difícil de ver para los comunes mortales de a pie, pero que persiste, pese al manto de invisibilidad que la cubre, más visible para unos que para otros, por lo visto.
Pero hubieron otros niños del pozo, que perdieron la vida a manos de esas trampas mortales, de esas telas de arañas encubiertas, como el triste caso de Julen en Málaga, donde todo el mundo suplicamos por un final feliz, aunque no pudo ser. Entre algunos de los acaecidos en la Región de Murcia, algunos perecieron por la gravedad de las heridas infligidas durante la incierta caída:
-Cartagena-año 1997: (La Fábrica de las Lámparas/barriada California): Felipe un niño de 7 años que se encuentra jugando con otro, cae por un pozo sin cubrir, de una profundidad de 50 metros con agua y fango en el fondo, cae, y es rescatado por los cuerpos de buzos y bomberos sin vida.
-Los Dolores-año 2003 (Murcia)(Camino Tiñoso): un hombre que se encontraba trabajando en una explotación ganadera familiar, cae a una fosa séptica, un pozo ciego, cuando realizaba las tareas de limpieza del mismo. El hombre pide ayuda a su hijo que se encuentra en la zona, que se persona a ayudar a su padre, junto al sobrino de éste, que también se precipitan por la oquedad, quedando los tres inconscientes en el fondo. El cuñado de esta familia, también corrió la misma suerte al ir a socorrer a los tres anteriores, precipitándose y falleciendo junto a los otros. Cuatro personas de la misma familia entre 23-59 años fallecidas.
-La Aparecida-año 2007: Teddy un niño de 6 años, cae a un pozo al ceder la tapadera, de 20 metros de profundidad y con agua en el fondo. Los bomberos arrojan una bolsa de flotación a su interior para que el pequeño pueda sujetarse y no se ahogue y consiguen rescatarlo ileso.
-Cartagena- La Unión-año 2009 (zona Huerto de S. Pedro), joven de 16 años, cae a un pozo de 15 metros, con medio metro de agua y barro en el fondo. Cayó jugando con sus amigos, y gracias al líquido del fondo, se rompió una pierna y sufrió algunos traumatismos. Podía haber sido mucho peor sino hubiera habido agua en el fondo.
-Caravaca de la Cruz-año 2018: Fernando es un niño de 5 años, que juega con su padre en las inmediaciones de un Polideportivo. De pronto unas tablas ceden, y el pequeño se precipita por un pozo de 10 metros, con un poco de aguas y piedras en el fondo. El niño salió sólo con algún rasguño, y su rescate fué muy rápido.
-Cartagena (El Albujón)-año 2019: un niño de 7 años quedó atrapado de cintura para abajo, en una arqueta de obra sin tapar. Con policontusiones en ambas piernas. Rescatado por los bomberos. Tubo de 45 cm, y metro y medio de profundidad.
-Puerto Lumbreras-año 2022: un padre y su hija de 7 años se encuentran paseando por el paraje de las Cuevas de Vélez Rubio. La niña se cayó por una antigua cueva, de 5 metros de profundidad, con la consiguiente y severa complicación de peligro de derrumbe. La operación de rescate realizada por los efectivos de los bomberos fue todo un éxito, no presentando heridas de diversa consideración, siendo atendida in situ, y no perdiendo la conciencia en ningún momento.
-Puerto del Garruchal (camino de los Puros)- año 2023: Un trabajador que se encontraba realizando tareas de mantenimiento en una vivienda particular de la zona, cae a un pozo de cinco metros, y se queda con el agua al cuello. Logra llamar a emergencias con su móvil, y cuando llegan los efectivos de la Guardia Civil le tiran una escalera para que suba, pero debido a los calambres en las piernas que sufre de estar tanto rato sumergido en el agua, los agentes logran rescatarlo, tumbándose sobre la oquedad y lentamente sacarlo tirando de las manos, los brazos y el torso hasta extraerlo por completo con hipotermia y lesiones leves de la propia caída.
-Corbera-año 2024: un hombre de 37 y una mujer de 47 años caen en Corbera por un pozo, un foso de 10 metros que estaba cubierto en ese momento por vegetación y hacía imposible su visibilidad. Fueron rescatados por los GEAS (rescate en altura) con diversas heridas y trasladados en helicóptero. No perdieron la conciencia.
Y fuera de nuestras fronteras, en Colombia, en 1980, falleció el otro Julen, otro pequeño de tan solo 17 meses en un desgraciado accidente en un pozo, que también mantuvo en vilo a la sociedad colombiana de la época. Y es que, como los accidentes están a la orden del día, también en este país, se precipitaron al vacío, varios trabajadores que se encontraban cavando una tumba, una fosa profunda, en el cementerio de la localidad, de unos cuatro metros de profundidad, que se abrió en un pestañear, bajo sus pies, cuando realizaban estas tareas. Afortunadamente para sus familiares y para ellos mismos, fueron rescatados con vida.
En febrero de este mismo año, en Lanzarote, una joven pareja de 16 y 17 años, cayeron a un pozo, de más de 10 metros de profundidad, donde los bomberos tardaron más de tres horas en sacarlos. El joven cayó a plomo, con diversos politraumatismos y graves heridas internas, y luego ella fue a buscarlo y cayó por la misma oquedad, cayendo encima de su pareja, que amortiguó su caída, aunque también presentaba heridas de gravedad. Ambos perdieron la conciencia y la memoria por unos momentos, de los que lograron sacar fuerza, y llamar a emergencias y seguir las instrucciones que les daba el operador antes de la llegada de los rescatadores. Todo un éxito, y unos valientes heroicos que lograron no perder la calma pese a la gravedad de lo ocurrido.
Y un caso de lo más extraño en Brasil también en fechas recientes, donde un anciano de 71 años, soñó con una voz espiritual que le indicó que debajo de su cocina había una mina de oro. Así que obsesionado con el sueño, durante año y medio cavó un pozo de 90 cm de diámetro y 40 metros de profundidad en el interior de su casa, hasta que finalmente, mientras se encontraba realizando la búsqueda del preciado material, resbaló, cayó al fondo de la oquedad, falleciendo en el acto. Y es que en este caso, las voces, no parecían indicarle el mejor camino...
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