Pues bien, leyendo este evangelio, que está escrito por Bernabé que era uno de sus discípulos, me llama la atención el relato que hace sobre la aparición de los ángeles y la descripción de éstos:
6. Y, habiendo hablado así, ordenó a los cuatro ángeles que se dejasen ver, y que diesen testimonio del modo como las cosas habían ocurrido.
17. Y los ángeles aparecieron como cuatro soles deslumbrantes, y de nuevo
18. Entonces Jesús dio cuatro velos a los ángeles para
19. Y, animándolos a ello, dijo: He aquí a los ministros de Dios. Gabriel anuncia los secretos divinos. Miguel combate a los enemigos del Altísimo. Rafael recibe las almas de los muertos. Uriel, en el último día, llamará a juicio a todos los hombres.
Lo que me llama la atención es que hasta ahora decían que era San Pedro el que abría las puertas del cielo, y no, el portero es Rafael. Y que en un caso que os conté en una entrada anterior de un preso que se le apareció un ángel en su celda de la cárcel y le anunció que combiaría su vida, éste relató que esta figura de apariencia humana, tenía una gran luz a sus espaldas, una luz cegadora que le impedía mirarlo, al igual que se relata aquí, "como soles deslumbrantes".
¿Curioso verdad?, el paralelismo entre este relato de la visión moderna de un hombre, coincide con la descripción del evangelio, con la visión de un ángel. El pasado y el presente se vuelven a cruzar, será cierto que los ángeles se manifiestan de esta forma? lo que está claro, es que algo ahí, el qué ya es otra cuestión, y que cada cual crea lo que quiera. Yo sigo pensando que las coincidencias no existen, ni las casualidades, sobre todo cuando distan tantos años de distancia entre unas y otras.
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