lunes, 9 de julio de 2018

"OPERACIÓN DUENDE EN MURCIA"


Imagínense la estampa o la visión que tiempos atrás han tenido tenido que soportar los vecinos de murcia ante su asombrada retina: la de una sombra alargada, negra como la noche, con forma humana, con luminarias a su alrededor, dando alaridos lastimeros que ponen los pelos de punta a más de uno, espectáculos de luces fantasmales de colores rojizos y naranjas danzando alrededor, acompañados de un característico olor a azufre, tan típico de las almas en pena, son algunas de las características que han manifestado hasta ahora, los duendes de las leyendas y el folclore murciano más romántico, ya que como referencia a su propio nombre, la palabra duende  proviene del vocablo árabe 'duar' que significa ¨el que habita", y éste ha elegido para su descanso eterno,nada más y nada menos que nuestro emblema de la ciudad: la catedral de Murcia.
Algunos como el duende de la calle de la Sal, con su capricho de manifestarse todos los martes a su cita con el misterio, o el duende del viejo torreón del Palacio Saavedra, con esa muchacha convertida un alma en pena al ser emparedada viva o encerrada en la torre para otros, o mejor aún el carnal duende de la iglesia de San Juan de Dios, del que la prensa de la época hizo un retrato más que acertado al afirmar que se trataba de un personaje de carne y hueso que subía a las almenas de la iglesia para tratar de colarse por los balcones de las viviendas anexas y hacer, nunca mejor dicho "el agosto" con los enseres de los vecinos. Y aunque el duende fue descubierto al parecer como una persona de carne y hueso que pretendía anunciar una nueva marca de vehículos, parece ser que el hospital se encontraba en las cercanías de esta iglesia y alguien del que nunca se filtró su sobrenombre se escapaba por las almenas para perpretar su espectáculo nocturno.
Afirmaba nuestro cronista Antonio Botía en su artículo sobre la Iglesia de San Juan, que las características del fantasma murciano eran "únicas", al ser su hábitat natural, los bares de la ciudad,  ser un cotilla y un mirón,  tomar el fresco al caer la tarde, dormir y hasta obedecer a la guardia civil, que debe de ser también una autoridad de primer orden en ese más allá.

Porque este duende murciano venido de Rumanía, de silueta oscura y gesto extraño, es un duende de carne y hueso, que vuelve a encaramarse a la catedral de Murcia, como ya hiciera el año pasado (sí, es el mismo duende que ha vuelto del país de los chupasangres), sigue reclamando lo mismo para que su alma atormentada (y lleva así desde el año pasado) pueda descansar: un bocadillo y 3.000 euros, que afirma le deben de un seguro de un accidente que tuvo.
Ya no se lleva eso de pedir misas por toda la eternidad por el alma del finado, ni ningún responso caritativo por el alma en pena, ni tampoco rezar el rosario a lengua suelta, que vá.
Eso se acabó. Ahora los duendes necesitan dinero para soportar el más allá, al estilo suntuoso que los grandes Faraones del Antiguo Egipto que se hacían enterrar con todo su tesoro a cuestas por si les podía hacer falta en su más allá.
Y eso mismo es lo que le ha pasado a este duende que ha elegido el lunes, como día mágico de la semana, para solicitar a los mortales, aquello que no le deja descansar, porque hacerlo en fin de semana, sería una locura, nadie podría presenciar el espectáculo de luces y sonidos que se ha formado, por el trasiego de veraneantes a la costa.
A ver si la próxima vez que se suba, se agudiza más el ingenio de alguna marca publicitaria, que como  ya hicieran en el pasado con el duende de San Juan, afirmando que era alguien que subía a hacer publicidad, y sube con un par de buenos melones o limones para que se sepa, que éste duende tiene ya marca "made in Murcia".

De los suicidios más sonados en Catedrales, podemos hablar de los siguientes:

1-En 1975 un hombre se arrojó desde la parte alta de la Catedral de Saltillo

2- en 2015 un suicida de 45 años se quita la vida en la Catedral de Guadalajara.

3-En 2013 un escritor de 78 se pega un tiro frente al altar de la Catedral de Notre Dame en París. (en el 31 ya se había suicidado una mujer, quizás el suicidio más famoso de la historia en una Catedral, el de
 Antonieta Rivas Mercadoactriz, mecenas, escritora, promotora cultural, defensora de los derechos de la mujer y activista política, y se convirtió en un icono en la cultura universal del siglo XX)

4- un director de orquesta se suicida en 2004 en una catedral de EEUU

5- en agosto de 1999 un hombre de 63 años se pega un tiro ante el altar de la Vasílica de San Pedro en el Vaticano.

y por supuesto, también hay algunos que toman sus precauciones, porque esto es un peligro para todos, sobre todo para algún viandante despistado que pase justo por debajo y pueda caerle alguien. Por ello el Cabildo de la Catedral de Sevilla decidió instalar rejas en la zona superior de la Giralda, justo debajo de las campanas para prevenir ésto. 

Otro suicida en la Catedral de Bogotá enmascarado


Y para terminar la "operación duende" veraniega, si queréis leer un libro que da comienzo con un suicida parecido a éste que intenta tirarse desde lo alto de la planta 20 de un edificio sede empresarial de un grupo muy importante, no os perdáis el libro "El vendedor de sueños" de Augusto Cury.
Una de sus frases: "De las cinco lenguas que hablaba, ninguna le era útil para dialogar consigo mismo; ninguna le servía para comprender el idioma de sus fantasmas interiores. Una crisis depresiva lo asfixiaba. Vivía sin sentido, nada despertaba en él ninguna emoción." Pues eso, tal vez a esta persona, le de emoción la Catedral, que emoción da, sin duda, pero no para encaramarse a ella y amenazar con tirarse, eso era cosa de los puentes y el agua que sin duda todo lo lleva, hasta las penas.
En fin, como dice la hija del gran maestro Camarón de la Isla, y razón no le falta, "El duende no sabes de dónde sale, pero se lleva en la sangre", pues eso Murcia es una tierra por cuyas venas corre una riada de duendes que no ha parado de surgir a través del tiempo....no hay duda.


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