LA ISLA CUYOS HABITANTES VEN EN BLANCO Y NEGRO....

Estamos en verano. Hace un sol abrasador. Muchos son los que hacen alguna escapadita a algún lugar paradisiaco, de aguas cristalinas, y bonito y colorido atardecer. Y es que las islas tienen algo especial, parece ser.

Lugares aislados de la civilización, en donde se desarrollan especies endogámicas, con características imposibles en otras partes del mundo, ya que allí se desarrollan bajo circunstancias especiales que no se producen en ningún otro lugar del planeta. Y la lista es bien larga: tortugas gigantes en las Galápagos, aves incapaces de volar en Nueva Zelanda, rarísimos ornitorrincos en Australia... Pero si creemos que esto solo puede pasar con la flora y la fauna, nos equivocamos. Los humanos, como cualquier otro animal, también pueden desarrollar estas condiciones especiales que los hacen únicos. Hace poco, leí por internet, que había una pequeña isla en donde un tanto por ciento de la población, veía en blanco y negro, sufrían de acromatopsia. Y la historia me intrigó, como no podía ser de otra forma.

Todo comenzó en 1775, cuando una isla, llamada "Pingelap", en la Micronesia, fué debastada por el tifón Lienkieki, que arrasó su superficie, y acabó con el 90% de la población. Se cree que solo 20 personas sobrevivieron. Entre ellas, el jefe de la isla, Mwanenised, que era daltónico. Pero, en pocas décadas, sorprendentemente, la población alcanzó los 100 habitantes y con ellos los problemas, ya que hacia la sexta generación, muchos niños nacían incapaces de distinguir los colores (estamos hablando de que un 10% de la población no distingue los colores y un 30% es portadora del gen, y en EEUU afecta a unas 30.000 personas). Los supervivientes, resueltos a recuperar la población de la isla, tuvieron que recurrir a relaciones endogámicas. Y bastaba con que procrearan dos personas con ese antiguo antiguo jefe como descendiente común, para que la acromatopsia se manifestase.

Y así Pingelap, se convirtió en la isla de los ciegos al color: personas incapaces de percibir los colores. Ven en blanco y negro, como si estuviesen dentro de una de aquellas antiguas películas en blanco y negro, como Bogart en la película Casablanca o en la moderna " Pleasantville"(dos adolescentes son transportados mágicamenten a una pelicula en blanco y negro)..



 Sin embargo, esto que parece a simplemente una deficiencia, les ha supuesto en algunas cosas una ventaja, porque por ejemplo, en mitad de los colores de la selva, estos habitantes de la isla son capaces de distinguir tonalidades de grises, brillos y texturas diferentes. Y también suelen ser contratados como pescadores nocturnos, ya que, bajo la luz de la luna, distinguen mucho mejor que cualquier otro los movimientos de los peces. ( Y me imagino que en las artes bélicas, estas personas son fantásticas para el ataque nocturno, ya que también percibirán mejor bajo el manto nocturno los movimientos del oponente).




Esto ha hecho que su cultura, idioma, gustos, forma de vestir… esté adaptada a un mundo sin color.

Las tejedoras daltónicas, por ejemplo, realizan su arte en la oscuridad de una choza, guiándose únicamente por los brillos de los hilos en contraste con la palma de su mano.....curioso.
El gran viajero y neuroantropólogo Oliver Sacks (autor de "Un Antropólogo En Marte" y el genial," El hombre que confundió a su mujer con un sombrero" (del que ya hablaremos en otra ocasión)), escribió un libro titulado "La isla de los ciegos al color", que versaba sobre estos habitantes, a los que descubrió en uno de sus viajes.Por supuesto, Sacks, no sólo hace un retrato de las enfermedades y de sus repercusiones personales y sociales, sino que nos introduce en la geología, la botánica, y la historia de las islas.

Pues bien, en el libro "un Antropólogo en Marte" que recoge casos clínicos sorprendentes, Sacks, recibió la carta de un pintor de 65 años, que tras un accidente, empieza a ver en blanco y negro debido a la conmoción cerebral que sufre. Su vida se convierte al principio en un infierno: no puede conducir incapaz de ver los semáforos en rojo, la comida se vuelve inaceptable, (se dice aquello de que "comemos por los ojos", pero es que un plato de espaguetis, en blanco y negro, puede convertirse en el más repugnante plato de gusanos entre una masa oscura....), las personas las percibía mas como estatuas que como seres humanos,  y todo esto agrabado por la gran adición al tabaco, que no hace otra cosa que oscurecer aún más su visión....y ello hacía que viese mejor con luz tenue, así que se pasó a la vida nocturna.

Y tras esto, y conociendo la gran capacidad que tiene el ser humano para adaptarse a las circunstancias, pues eso mismo fué lo  que pasó: que se adaptó  y aceptó perder el color de las imágenes y hasta de los sueños, y la memoria, y al hacerlo su habilidad artística volvió, como por arte de magia, y pinto estupendos cuadros en blanco y negro entre ellos "Amanecer nuclear" y dos  años después llegó a introducir un color sobre el blanco y negro.
Está claro, que los colores son una construcción en nuestro cerebro, y que el color es una percepción subjetiva, y fundamental para nuestra vida.
Y aunque este señor, al principio pensara que la vida había acabado para él, pronto se dió cuenta de que reeducando su cerebro, podía ser igual de bueno o mejor que antes.La vida no había acabado, como pensó al principio, sólo había cambiado....

¿Y tú de qué color ves la vida? Sólo en rosa? con matices dorados? tal vez púrpuras?, pues si imaginamos un mundo en blanco y negro, lleno de matices y contrastes en gris, la belleza, pronto aparecerá. Porque no nos engañemos, nuestra sociedad, ha creado e impuesto un sólo canon de perfección, lo cual implica que todo el mundo debe ser medido y encorsetado por él, para lograr la perfección impuesta, y así crear la ilusión de que todo el mundo es igual, homogeneo, pero esto es sólo una ilusión engañosa, porque en lo diferente, en lo raro, en lo que sale de la norma, del canon, ahí radica la belleza y también la perfección. Y fieles al refrán, y nunca mejor dicho, "para gustos, los colores...."