Cuando en verano todo el mundo intenta captar un instante de felicidad de sus vacaciones para perpetuarlo en su memoria, yo me di de bruces literalmente con esta estampa que, lejos de ser ' la foto del verano', me llamó mucho la situación.
Iba conduciendo a la altura del cementerio por el término municipal de San Pedro del Pinatar, zona costera de Murcia, cuando mi acompañante me señaló desconcertado había algo que no le cuadraba mucho en la estampa que estaba visionando: allí mismo frente a nuestro coche, junto a las puertas del cementerio, a las siete de la tarde, con un calor de justicia, había un puesto de perritos calientes abierto a la espera de que los clientes hicieran acto de presencia en una tarde cualquiera como aquella.
Si hubiera sido el dia de todos los santos, o hubiera alguna discoteca o algo similar cerca pues en ese caso estaría justificado, pero no era ese el caso y por eso la extrañeza de la ubicación de este negocio en ese lugar. Algo inusual creo yo.
Pero, tras intentar encontrar una explicación a la estampa, quedó una pregunta sin resolver en el aire aún más inquietante si cabe que la propia imagen: "¿A que público se dirigía este señor, cuál eran sus clientes, los vivos o los muertos?....
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