miércoles, 16 de octubre de 2013

LOS FUEGOS FATUOS: ¿REALIDAD O MITO?

La entrada que os traigo hoy, es sobre los fuegos fatuos. No sé si los habréis visto alguna vez, pero causan bastante impresión, porque suelen verse por la noche, en zonas pantanosas y cementerios.
La mejor explicación que he encontrado por la red, a mi juicio, es la de la página http://marcianitosverdes.haaan.com/2006/12/fuegos-fatuos-final/, ya que hay otras más técnicas y más científicas, pero vienen a decir exactamente lo mismo.
Pues bien, lo que quería contaros no es la definición de lo que es un fuego fatuo, que ya sabréis muchos de vosotros lo que es: pequeñas bolas de luz de diversos colores, rojo, azul, verde, que proceden de un cuerpo en  descomposición, ya se trate  de un pez en un lago, que de  un cadáver (por cierto,  estos emiten fosfatina de las osamentas y eso es lo que provoca en los cementerios esas fluorescencias, de hecho antiguamente cuando en las funerarias no había los sistemas tan modernos de conservación de los cadáveres y hacía calor, se podía ver que del cadáver emanaba una luminiscencia/fluorescencia que provocaba el pavor de quienes lo veían dando pie a todo tipo de conjeturas del más allá, y también solían hacer pequeños orificios al cadáver por donde salían unas llamaradas "azules" que tardaban varios días en consumirse.)
La historia que os quería relatar, le ocurrió a mi abuelo, cuando se fué a hacer la mili (mucha gente en la mili y algunos en la guerra, se encontraron con cosas "más viejas que el mismo mundo" y a algunos estas experiencias les abrió la perspectiva sin esperarlo), y allí, le tocó pasar unas cuantas noches, en una garita frente a un cementerio, así que al principio no le incomodó porque pensó que le había tocado un sitio tranquilo.
Cuando ya había anochecido bastante y era ya de madrugada, vió que en el cementerio, había varias luces, como orbes de color azulado, que parecían "danzar" encima de las lápidas. Rápidamente, aguzó la vista y confirmó lo que estaba viendo: bolas de luz que se muevían solas por el cementerio.
Claro, si nunca antes has visto semejante espectáculo natural, y tampoco has oído hablar de él, lo lógico es que pienses, que se trata de fantasmas o almas en pena, que han salido de  sus tumbas por algún motivo que desconoces. Así que ya os lo podéis imaginar: pasó toda la noche consumido por un terror absoluto, el terror de no poder salir de esa garita y tener que "asistir" a ese espectáculo tan macabro.
A la  mañana siguiente lo contó en el cuartel y le explicaron lo que era, pero eso no le quitó el susto que se llevó, y que lo recordó siempre, como si lo  hubiera vivido aquel día.
Por eso, una vez le ofrecieron una casa frente a un cementerio, y la rechazó pensando quizás en lo que había visto en su juventud, y el terror que le había causado.
Es una pena, que ahora, con tanta luminosidad de las ciudades, no pueda verse este espectáculo tan curioso y mágico a la vez, algo de la madre naturaleza, que todos deberíamos tener el privilegio de contemplar, como las auroras boreales o la luz de San Telmo.
Tengo que decir que estos fuegos fatuos no queman, son fríos, y que si te acercas a ellos, se alejan de ti, pudiéndolos perseguir, pero nunca alcanzar.
También tengo que decir que han intentado reproducirlo en un laboratorio sin éxito, ya que la madre naturaleza es perfecta y nosotros sólo podemos imitarla, pero no reproducirla.
Os dejo un vídeo donde explican que leyendas hay sobre los fuegos fatuos en todos los países del mundo.

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