Y así Elizabeth siguió soñando con seguir siendo una médica rural o mejor aún, seguir los pasos de su admirado Albert Schweitzer con los pobres del África, hasta el final, hasta descubrir la finalidad de la existencia. Y es que de pequeña, había encontrado un libro ilustrado sobre la vida en la aldea africana, que le hizo despertar su curiosidad por las diferentes culturas del mundo. Y le llevó a la fascinación por los niños de piel morena de las fotos.
SU NIÑEZ: ENFERMEDAD Y PRIMERAS EXPERIENCIAS DE MUERTE DE NIÑOS.
Pero aquella fascinación pronto quedó suspendida, porque cogió un resfriado que se convirtió en pleuresía y después en neumonía.
La niña alternaba momentos de consciencia e inconsciencia, y nunca llegaron a hablar, aunque se miraban a los ojos, y se sentían agusto juntas. solo con la trasmisión de pensamientos. Y una noche me desperté de unos sueños y me dí cuenta de que mi amiga y compañera tenía los ojos fijos en mi y me dijo que de madrugada se marcharía. Yo me preocupé.-No pasa nada: hay ángeles esperándome. Y esa noche notó que se removía más de lo normal en esa fría y aséptica cama de hospital. Cuando la miraba, parecía como si la otra niña moribunda no la viera, o tal vez mirando a través de ella. La niña le dijo que era importante que siguiera luchando y que pronto volvería con su familia, y que su verdadera familia "estaba al otro lado" y le aseguró que no había nada de lo que preocuparse."Yo no sentía ningún temor por el viaje que mi amiga iba a emprender. Ella tampoco.Me pareció algo tan natural, como que el sol se ponga por la noche y sea reemplazado por la luna". Por supuesto, a la mañana siguiente, la cama de su amiga estaba desocupada. Había muerto muerto esa misma noche. "Ninguno de los médicos ni enfermeras hizo el menor comentario sobre su partida, pero en mi interior yo sonreí, sabiendo que antes de marcharse había confiado en mí. Ella estuvo atendida por personas de otra dimensión, no había muerto sola, y sabía que se había marchado a un lugar mejor".
Tiempo más tarde, un joven médico se instaló en el pueblo, con su mujer e hijos. Una de las niñas que iba a su clase y era amiga suya, Susy enfermó gravemente de meningitis. Y todo el mundo pensó que su padre que era médico tenía que ser un mal profesional, puesto que no estaba obteniendo resultados para salvar la vida de su hija pequeña, que primero padeció parálisis, después sordera y finalmente perdió la vista y quedó también ciega. La mayoría de los vecinos de las ciudades pequeñas,tenían miedo de que esa enfermedad entrara en sus casas, si se acercaban demasido. Elizabeth nunca olvidaría la experiencia de la muerte de aquella niña que había sido su amiga: las cortinas de su dormitorio estaban corridas.murió a oscuras, aislada del sol, de la naturaleza.eso no le pareció bien, así como la hipocresía de los vecinos que manifestaban tristeza y aflicción cuando en realidad es que la mayoría se sentían aliviados porque se hubiera acabado todo. Por supuesto, la familia de la niña, de Susy, sin motivos para quedarse en el pueblo, se marchó. Al tiempo, un granjero se cayó de un árbol y se fracturó el cuello, pero no murió inmediatamente sino tiempo después. El hombre tenía la cama llena de flores silvestres, colocada de tal forma que pudiera ver por la ventana. Había paz y amor allí. Y comprendió también al mirarlo, que él ya no estaba allí. Y también comparó la muerte de la niña y la del granjero: la primera se había desarrollado en la oscuridad de la habitación con las cortinas corridas, y el granjero en cambio había estado rodeado de amor y de respeto y dignidad y le dijeron todo lo que querían decirle, no dejó ningún asunto por concluir. Esto le hizo comprender que la muerte no es algo que no siempre se puede controlar. Tiempo después tuvo un encontronazo con el pastor de su Iglesia. Que maltrataba a su familia, hijos incluidos y a los niños de la congregación, y luego iba con la cabeza bien alta. Se creía intocable. Pero tropezó con Elizabeth, ya una jovencita, que ante la injusticia que le propició el Pastor a su compañera de liturgia, y harta de los malos tratos que le infrigía a todos los jóvenes, le lanzó su libro negro de salmos a la cara del Pastor, que vino a darle en la boca. Y además le gritó que no practicaba lo que predicaba.
-No es usted, un ejemplo de pastor bueno, compasivo, comprensivo y afectuoso, le gritó y añadió que no quería formar parte de ninguna religión que él enseñara. Y se marchó jurando que no volvería nunca más. Se fué a esconderse a un lugar en la naturaleza que nadie conocía, salvo ella, y levantando los brazos hacia el cielo,entonó una oración inventada por ella, dando gracias a Dios por toda la vida, y por todo cuanto vive y eso le hizo sentirse más cerca del Todopoderoso de lo que jamás le habrían acercado los sermones del dichoso Pastor. Aunque tiempo más tarde, otro Pastor, le dijo que cada "día hay que intentar hacer las opciones más elevadas que Dios nos ofrece", y le explicó que lo que verdaderamente importaba era cómo vivía la gente, no cómo rendía culto. Elizabeth, estuvo de acuerdo.
Más tarde trabajó hasta casi desmayarse en la casa de una mujer y sus tres hijos que la explotó laboral y humanamente hasta rozar la cruedad inhumana. Harta, se marchó de allí, de nuevo a casa de sus padres.
AÑO 1939: LA MAQUINARIA BÉLICA NAZI
Cuando llegaron la primera vez los refugiados, que llegaban a raudales por las fronteras suizas, en su casa ya estaban aprendiendo la palabra "sacrificio" y la "autosuficiencia": su familia racionó las comidas, y aprendieron a conservar los huevos para que duraran uno o dos años. El cesped se convirtió en huerta en donde cultivaron verduras y patatas.
Y cuando tuvo su bata de doctora, se dedicó a trabajar con pacientes de SIDA, y con prostitutas cargadas de enfermedades venéreas. Después llegaron los refugiados franceses a Suiza en oleadas, donde la mayoría que llegaban con vida a los hospitales eran mujeres y niños. Todos completamente traumatizados. Y eran conducidos a la sala dermatológica, done los metían en una enorme bañera, donde eran despiojados y desinfectados como perros. Los niños eran enjabonados con jabón líquido para curarles la sarna. Y una vez vestidos con ropa limpia les daba la verdadera medicina que necesitaban: la del alma. Con una buena dieta de abrazos, y palabras tranquilizadoras.
ALGUNAS LECCIONES Y EXPERIENCIAS
-Todos los moribundos saben que se están muriendo.No es cuestión de preguntarse: ¿se lo decimos? o ¿Lo sabe? sino ¿seré capaz de oirlo?.
-Todas las teorías y toda la ciencia del mundo no pueden ayudar a nadie tanto como un ser humano que no teme abrir su corazón a otro.
-Vive de tal forma que al mirar hacia atrás, no lamentes haber desperdiciado la existencia. Vive de tal forma que no lamentes las cosas que has hecho ni desees haber actuado de otra manera. Vive con sinceridad y plenamente. Vive.
-Los moribundos, en una longitud de onda diferente a los demás, en el momento de la muerte, son capaces de tener percepción, de hacer observaciones, de tener pensamientos, y de no sentir dolor.
-Los muertos no vuelven, están mejor en el otro mundo que en éste. Porque el Amor siempre sale a recibirles.
-La mayor necesidad de todas las personas es el Amor. El verdadero Amor, incondicional. Éste Amor, da energía a nuestro espiritu, y pasión a nuestra vida: es nuestra conexión con Dios y con los demás.
-En el río de lágrimas, da gracias por lo que tienes. Haz del tiempo tu amigo.
DETECTIVES DE LA MUERTE
Y se hizo amiga del reverendo Gaines, y juntos decidieron investigar la última puerta que atraviesa el ser humano, convirtiéndose en los primeros detectives de la muerte.
Uno de los casos que investigaron fue el de la ECM de una niña de 12 años, que les relató que la experiencia que tuvo con la muerte fue tan agradable, que no tenía ningún deseo de volver de allí, porque no quería contarle a su madre que existía un lugar más agradable que el suyo.
Y un día incluso se le apareció en un ascensor, el fantasma que flotaba, de una mujer que conocía. La mujer fantasmal le dijo que había tenido que volver y que deseaba hablar con ella en su despacho. Cuando llegaron reconoció que era una paciente que había muerto hacía diez meses y estaba enterrada. Pero allí estaba junto a su lado. Y le dijo que había vuelto a verla, para agradecerle lo que habían hecho por ella el reverendo Gaines y ella. Y el segundo motivo era para decirle que no renunciara a su trabajo sobre la muerte y la forma de morir. Presintió que ella, ya conocía sus pensamientos y todo lo que iba a decirle. Y le pidió que le escribiera una nota para el reverendo y lo hizo. Y después desapareció.
"Si la persona no está preparada, para las experiencias místicas, nunca va a creer en ellas. Pero si está receptiva y abierta, entonces no solo las tiene y cree en ellas, sino que alguien puede cogerla y suspenderla en el aire, con un pulgar, y va a saber, que ese alguien es absolutamente real"
LAS FASES DE LAS EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE
Primera fase: se sale flotando del cuerpo. Como una mariposa de su capullo. No hay dolor. Salud total. Algunos llegan flotando al techo de la habitación. Son totalmente conscientes del escenario donde están sus cuerpos.
Segunda fase: después del abandono del cuerpo, las personas se definen como "espíritu y energía". Descubren y se consuelan sabiendo que ningún ser humano muere solo. Son capaces de ir a cualquier parte a la velocidad del pensamiento. Si ha muerto de una enfermedad ha tenido tiempo para despedirse poco a poco de sus familiares pero si ha sido en un accidente, es en esta fase, cuando pueden comprender lo ocurrido y verlo junto a sus familiares. La mayoría de las personas fallecidas en accidentes pueden estar junto a sus familiares en los funerales.
Tercera fase: Guiadas por su guía, sus cuidadores, entran en un túnel, o puerta de paso,un puente, un paso de montaña, un riachuelo...creado con su energía psíquica. Al final del mismo veían una luz brillante. La luz emitía energía, paz, entusiasmo, y para ellos era la fuente última de la energía del Universo. Para algunos Dios, otros Cristo o Buda. Para todos el Amor con mayúsculas: envueltos en un Amor arrollador, la forma más pura de amor, el Amor incondicional. Las que vuelven dicen que eso es el sentido de la vida: el Amor. También hay que resaltar que cuando son niños los que se marchan al otro lado, es María, quien suele ayudarles.
Cuarta fase: Revisión de la vida. Se comprende que todas la vidas de las personas están entrelazadas. Todo pensamiento o acto tiene repercusiones en todos los demás seres vivos del planeta, como una reacción en cadena.¿Qué servicio has prestado? y repasaban las elecciones y decisiones de su vida para ver si habían sido las mejores. Y es aquí donde el alma descubría si habían aprendido o no, las lecciones que debían aprender, de las cuales la principal era el Amor incondicional.
Un ejemplo real: Un niño llamado Peters, tuvo una reacción alérgica a un medicamento que le aplicó su pediatra por vía intravenosa, por un proceso gripal, y el niño murió en la sala de exploración. Algo que por desgracia ocurre. (Una antepasada mía joven de Murcia, murió por una inyección de penicilina a la que era alérgica, en la consulta del médico y dejó seis niños pequeños). El niño vió a María y a Jesús, lo rodearon de amor, y él dijo que no quería volver, pero María le dijo cogiendo su mano, que tenía que volver para salvar del fuego a su madre. Y en ese momento, el niño volvió a su cuerpo y abrió sus ojos. Y por supuesto le contó lo sucedido y el extraño mensaje.
La madre llevaba trece años agitada en estado depresivo, pensando que según el mensaje, estaba condenada al fuego, al Infierno, como ella lo interpretaba, sin saber por qué, ya que ella pensaba que era una buena madre y buena persona.
Por supuesto, María, al igual que todos los seres espirituales hablan simbólicamente. Y esto es la dificultad que presentan las religiones: que los símbolos a veces se malinterpretan. Lo que quería decir, es que, si el niño no llega a venir de vuelta, para su madre, su vida, habría sido un infierno a partir de ahí. No, que se hubiera quemado en ningún fuego abrasador.
"A veces, lo mejor de la vida, consiste en descubrir lo que uno ya sabe"
"Cuando un barco desaparece en el horizonte, "no es que se haya ido para siempre", es que ya no está a la vista"
LA FOTO DE SU GUÍA
En algún momento de su vida, la doctora Elizabeth, debió de darse cuenta de que no estamos solos, sino acompañados de nuestros guías. Y ese deseo llegó a ser tan íntimo y deseado que decidió poder contemplar a su amoroso acompañante etéreo. Y durante un paseo por una pradera muy hermosa, con una frondosa colina cubierta de árboles al fondo, realizó tres fotografías. Realizó la primera de ellas con normalidad, pero en la segunda instantánea, gritó con desafío: "si tengo un guía y me estás escuchando, hazte visible en la siguiente foto" y apretó el botón. La siguiente foto la hizo al azar.
Cuando su marido le entregó el contenido de las fotografías reveladas, le indicó que en una de ellas, había salido con doble exposición. En la primera vió la pradera y la colina y el bosque al fondo. En la segunda, la misma escena, pero en el bosque del fondo, había un indio musculoso de aspecto estoico con los brazos cruzados sobre el pecho. El indio miraba a la cámara con una expresión muy seria. Con solemnidad. No parecía gustarle las bromas.
SESIONES ESPIRITISTAS CON MÉDIUMS: "EL FENÓMENO DE LA MATERIALIZACIÓN"
En el año 1976, se pusieron en contacto con ella, un matrimonio de San Diego, llamados Jay (médium) y Martha B. que afirmaban estar en contacto con entidades espirituales. Ellos le hablaban y éstos últimos respondían. Y habían formado junto a sus seguidores la Iglesia de la Divinidad.
En estas sesiones, descritas por la doctora, el médium realizaba el papel de intermediario con los espíritus superiores o personas sabias difuntas, entrando en un estado mental profundo o trance para invocar a esas entidades. Por supuesto, todas esas sesiones fueron realizadas en un cuarto oscuro: una pequeña sala, con el techo muy bajo, y sin ventanas.
Las personas presentes comenzaban a emitir un cántico a coro, que iba subiendo de volumen hasta darle fuerza al médium para intervenir: las figuras tenían una "altura enorme", se manifestaban como "una especie de sombra negra con una gran densidad que la hacían imponente".
De entre los guías espirituales que aparecieron, se pueden destacar, a Salem, un espíritu muy místico que le dijo a la doctora, que ésta, en una de sus vidas anteriores, en la época de Jesús, había sido una maestra sabia y respetada llamada Isabel. Y que había estado en la ladera de una colina, escuchando a Jesús que predicaba a un grupo de gente. Ella veía toda la escena gracias a éste curioso guía, pero no entendía ni una palabra de lo que predicaba el Maestro. "¿Es que no puede hablar de una forma normal? le dijo al guía extrañada. Y en ese momento se dió cuenta de que sus pacientes moribundos se comunicaban así, como Jesús: en un lenguaje simbólico, con parábolas. "Si una está sintonizada puede oírlo, si no, no entiende".
Cuando le contó a su marido toda la historia en la que estaba metida de médium, guías espirituales y demás, su marido no le creyó ni una palabra, y un día le pidió el divorcio.
El se quedó con las dos hijas del matrimonio, y ella construyó un centro privado para sus causas, junto al lago Wohlfert. Otro guía, Pedro, le dijo que el mayor regalo que se le dió al hombre fué el libre albedrío. Y le dió las gracias por aceptar su destino.
Pero pronto los guías le dieron otro mensaje muy importante: "SU SEGUNDA MISIÓN", que consistía ni más ni menos que en anunciar al mundo QUE LA MUERTE NO EXISTE. y su guía le recordó que además, ella misma, y no nada ni nadie más, había escogido ese trabajo en esta vida en la Tierra. Y además le aclaró porqué ella había elegido esa tarea que cuadraba con su perfil de vida: tenía que ser una persona perteneciente al campo de la medicina y la ciencia, no al de la teología ni la religión, "estos no han hecho su trabajo y han tenido sobradas oportunidades durante los 2.000 últimos años" (algo que es bastante tiempo). Ha de ser una mujer y no un hombre Y ha de ser alguién que no tenga miedo, y que llegue a muchas personas y que con sus explicaciones les transmita la sensación de que les habla personalmente.
Algo que la doctora Elizabeth cumplía a la perfección, sin lugar a dudas.
Otra de las cosas que pudo comprobar que se producían en el médium durante esta comunicación, y recordemos que el médium era Jay, un ex aviador, era que, durante la sesión, mientras el hombre cerraba los ojos, reclinado en su sillón y se mecía mientras entraba en trance, y el espíritu se apoderaba de su cuerpo, (sí, correcto, antiguamente, los médiums eran "poseídos" si así se quiere decir, aunque la palabra es muy fea, más bien, diremos que éstos se apoderaban momentáneamente del cuerpo del medio. Y no había otra forma de hacerlo a diferencia de hoy, claro que ya no toman a nadie, ahora están "al lado", estamos juntos los médiums y los espíritus, de manera metafórica, ya nadie posee a nadie y esto es una grandísima ventaja para nosotros como ya veremos). y le daba el mensaje de su segunda misión, le ocurrió que cuando el espíritu se apoderó de su cuerpo, "el hombre PARECIÓ ENVEJECER UNOS 100 AÑOS" y por supuesto, quedó exhausto.
Sí, sorpresa, eso era que ocurría siempre: cada vez que un espíritu entraba en un cuerpo, éste envejecía una barbaridad. Es un fenómeno muy curioso, que muchos han podido comprobar. Ahora bien, como digo, para nosotros, los médiums, es una gran ventaja poder trabajar ahora de esta manera, y en estas nuevas energías, porque ya no tenemos que envejecer, y para las mujeres sobre todo, la ventaja es innegable, no me lo podrán negar.
ADELE TINNING Y EL FENÓMENO DE LAS MESAS PARLANTES
Adele Tinning, era una señora mayor de San Diego, que llevaba 70 años hablando diariamente con Jesús, en su casa, cómodamente sentada en su cocina.
Su técnica para entrar en trance, era muy curiosa: ella ponía su mano en su mesa de roble maciza blanca, que era bien pesada, y la mesa, al contacto con su mano, se levantaba y se movía, en el lado que ella ponía la mano, deletreando mensajes en una especie de código Morse.Y así lograba comunicarse con varios espíritus. Y le dió un mensaje a la doctora Elizabeth y a sus hermanas trillizas: feliz cumpleaños. Y otras cosas que nadie le había dicho, ni la señora Adele parecía tener conocimiento.
Así que pronto la doctora también aprendió lo de las mesas, y lo practicó también, en la intimidad de su cocina. Y es que bien mirado, las cocinas sirven no solo para hacer fritos y requemos, y poner en práctica las pericias culinarias más atrevidas o más insulsas, sino que también han sido escenario, de fenómenos paranormales de todo tipo. Como el caso que tuve unos años, y que también conté en éste blog, de una señora de Murcia, de la localidad de Puente Tocinos, que se puso en contacto conmigo para decirme que una noche se había levantado a oscuras a beber agua a la cocina, y había visto la cabeza de un hombre brillante (decía que parecía como el rostro de Jesucristo¿?), como fluorescente, que brillaba en la oscuridad, y que sólo la cabeza sobresalía por encima de su encimera. La mujer dió un grito horrible, y la familia asustada por la visión que había tenido, por esa, y otras también extrañas, llamaron a una ambulancia y terminó ingresada en el psiquiátrico de un hospital. Hay que llevar cuidado, con todo esto y avanzar con pies de plomo. Y por supuesto, tener una mente analítica y no dejarse llevar por el miedo, sino por la racionalidad, en todo momento porque vete tú a saber con quién contactaban al otro lado de la mesa.
EXPERIENCIAS FUERA DEL CUERPO
Y la doctora también experimentó en su casa, en su cocina, lo de conversar a través de la mesa, con bastante acierto, a juzgar por sus experiencias. Tiempo después de estar realizando éstas prácticas, tuvo un sueño, en el que sentía cómo salía de su cuerpo, y se elevaba hacia el firmamento, sin miedo, con suavidad, y una vez allí, percibió como "unos seres" la cogían y la llevaban a un lugar donde "como si ella fuera un coche" y ellos los mecánicos, comenzaron a repararla. Cada uno tenía su propia especialidad en las piezas del cuerpo, y en menos de un instante, le habían reemplazado todas la partes dañadas por otras buenas y la devolvieron a la cama. (Menos mal que no le pusieron piezas de segunda mano, o se habría despertado con una mano o una pierna ajenas).
Y como esta experiencia le gustó, se fué a conocer a un investigador pionero en la conciencia humana, Robert Monroe, que en aquellos años, acababa de inaugurar un laboratorio, aunque más tarde crearía un instituto con su nombre, un aparato llamado Hemi-Sync, y toda una organización mundial dedicada a la expansión del potencial humano.
Y ya puesta en los experimentos del doctor, la doctora Elizabeth pidió poder experimentar el recién estrenado Hemi-Sync, a toda potencia. Y los resultados no se hicieron de esperar. El invento proporcionaba una experiencia mística, espiritual a quien se pusiera al frente del aparato. En esa experiencia descubrió que su conciencia, estaba constituida de energía psíquica, no por su cuerpo físico. Y aunque ese descubrimiento era muy importante, las lecciones que aprendería en sueños, lo serían aún más. Y pronto las tendría: consistían en una serie de pesadillas que duraban toda la noche, es decir, durante horas, en las cuales tuvo que experimentar cada una de las muertes físicas de cada paciente que había tenido: es decir que tuvo que pasar, literalmente por mil muertes. en donde no podía respirar, no podía gritar ni pedir auxilio, donde despues de terminar una muerte, comenzaba otra, sin tiempo alguno entre medias, reviviendo toda la agonía, integramente de cada paciente: la angustia, la aflicción, el miedo, la tristeza, el duelo, la sangre, las lágrimas....todo lo que ellos habían experimentado. Si alguien había muerto de cáncer, pues sentía el dolor, si era un infarto, pues lo mismo, así, mil veces hasta aprender la lección tan sólo debía decir "SÍ", a eso. Y en ese momento, todo cesó. Y aprendió que la lección era que tenía que experimentar todo ese horror para reafirmar su fe. Su Fé en Dios, en que jamás le enviaría nada a nadie que no pudiera soportar. Y Fé en ella misma, en que sería capaz de soportar cualquier cosa que Dios le enviara, por doloroso y angustioso que fuera, sería capaz de pasar por ello.
Tras entender la lección, su cuerpo comenzó a vibrar, todo su cuerpo, y vió ante sus ojos como se descomponía en miles de millones de moléculas danzantes.Y se había dado cuenta de que había salido de su cuerpo físico, y estaba convertida en energía. Vió una luz, la misma que habían visto sus pacientes, y se fundió con ella. En ese momento su visión se expandió, abarcando kilómetros y kilómetros, permitiendo verlo todo, hasta en su estructura molecular y comprendió "que todo tiene vida, divinidad". "Un millón de orgasmos eternos no bastan para describir la sensación de amor, bienestar, y cariñosa acogida que experimentó" Y oyó una voz la suya, que le dijo que era aceptable para EL. y otra que le dijo: "SHANTI NILAYA". Sin duda, toda esta experiencia tenía la finalidad de acercarla a la Consciencia Cósmica, la conciencia de la vida que hay en todos los seres vivos del planeta. Estas experiencias también le hicieron ver, que si ella podía tenerlas, como un ser humano normal y corriente, cualquier persona podía tenerlas sin necesidad de ir al Himalaya a meditar durante años. Sólo bastaba la intención. Y aunque nos creamos que no sabemos meditar, la meditación incluye muchas formas, y estar sentada junto a personas enfermas y moribundas, es una de las formas superiores de meditación. Con respecto a Shanti Nilaya, es sánscrito, y significa el "hogar definitivo de paz".
EL SUICIDIO
¿y qué pensaba la doctora Elizabeth acerca del suicidio?....pues de que ella jamás ayudaría a un paciente a quitarse la vida. Algo que ha generado bastante debate hoy en día sobre la eutanasia. Ella no lo haría jamás. Su objetivo era bien claro: ayudar a las personas a vivir hasta que fallecieran de muerte natural. Es decir, ella les daría amor y esperanza, hasta que la muerte, les sobreviniera de manera natural. Es decir, les llegara su hora. Y no era partidiaria de ninguna manera del suicidio asistido. Si un paciente en su sano juicio se niega a tomar medicación o someterse a tratamientos, hay que aceptar el derecho de esa persona a decidir por sí misma. Es su vida. Pero la mayoría concluyen sus asuntos pendientes, ponen en orden sus cosas (mi padre dejó antes de morir todos sus papeles perfectamente organizados), llegan a una fase de paz y aceptación (que cuesta mucho aceptar al principio),y más que estirar el proceso de morir, se adueñan del tiempo que les queda. Y todo sin juzgar, los hechos, ni a las personas, esa es la clave.
Y por supuesto, si se acepta la muerte, se convierte en una experiencia hermosa y transcendental.
¿Pero que pasa en el suicidio? porque la persona se pierde la lección que debía aprender en esta vida. Si la vida es una lección y la muerte es la graduación de esa vida, tendría una suspensa, no conseguiría aprobar el curso, por tanto no podría matricularse en el curso siguiente, y tendría que volver a aprender, la lección anterior desde el principio. Si una chica se quita la vida porque no soporta vivir después de haber roto con su pareja, tendrá que volver a este mundo y aprender a aceptar ésa pérdida. ¿Cómo? Pues podría sufrir muchas pérdidas en su vida hasta que aprendiera a aceptarla.
EL SIDA
Los rumores que corrían en aquellos tiempos, que no son éstos, afortunadamente, eran sobre una extraña enfermedad, que sería algo así como "cáncer que padecían los homosexuales". Personas sanas en otro tiempo, que practicaban la homosexualidad, estaban muriendo a una velocidad alarmante, y esto hacía que al resto de la sociedad no le importara demasiado, y que además mostrara ante estas personas, manchadas de ésta epidemia un rechazo total y pensaran en el fondo, que éstos enfermos debían morir. Los enfermos, en su mayoría jóvenes, no tenían ni idea de lo que les estaba llevando a la tumba, pero sabían a ciencia cierta que se estaban muriendo, de eso no tenían duda. Su salud se iba deteriorando a una velocidad brutal, que los mantenía confinados en sus casas, sin poder salir, sin familia ni amigos que lo visitaran, el miedo al contagio era un espectro demasiado potente. Algunos, llamaban por teléfono a sus madres para pedirle perdón por ser homosexual, como dice la doctora "como si tuvieran control sobre eso". Y es que la humanidad les había dado la espalda. Así sin más. Pero poco a poco se descubrió que mujeres heterosexuales y bebés también contraían la enfermedad, ya no era exclusiva de éste colectivo.
Así que la doctora Elizabeth comprendiendo la gravedad del asunto escribió estas palabras: " El sida representa un peligro para la humanidad, pero, a diferencia de la guerra, es una batalla que se desarrolla en el interior.¿Vamos a elegir el odio y la discriminación, o vamos a tener el valor de elegir el amor y el servicio?", ya que estos pacientes se sentían engañados, rechazados, aislados, discriminados, bajo el cobijo de la soledad, y aguantando en general todo el comportamiento negativo de la humanidad, que ya era insoportable para un ser humano normal, cuanto menos para uno condenado a la muerte, sin salvación alguna. Era una condena a muerte, a una muerte inimaginable, de la que la doctora nos dice que tuvo la sospecha, tras entrevistarse con unos cuantos pacientes, de que la epidemia que sufrían estos pacientes, de que el sida, era una epidemia "creada por el hombre". Afirma que no tuvo tiempo para investigar eso, pero que si era cierta tal afirmación, "significaría que tendríamos que luchar mucho más contra el mal". Algo que nos suena mucho estos días, ante la sospecha de esa mano negra, que está meciendo al mundo con otro de sus bichitos invisibles. Mientras los investigadores buscaban una cura, un antídoto contra este mal, ella sabía que para ganar esta batalla, se necesitaría algo más que la ayuda de la ciencia: la de aprender la lección de la enfermedad, la de sacar la capacidad infinita que tiene el ser humano para la bondad, sin límites, y sin enjuiciar a los demás. Para amar, sin condiciones. Por cierto, ésta mujer llegó a confeccionar bufandas de lana, que subastó para poder ayudar a costear los costosos tratamientos para esta enfermedad, para pacientes sin recursos. Sospecho que en realidad, lo que trenzaba en esas agujas eran bufandas humanas, y su hilo era el Amor, y cuyo símbolo podría ser un gran cordón umbilical con el que unir a estas personas con el mundo.
LA EXPERIENCIA DE MUERTE DE UNA NIÑA ENFERMA
La muerte nos acompaña todos los días, y son muchas las personas que abandonan esta vida en este plano de lo fìsico cada día, a cada minuto. Una preciosa niña, en el año 1986 estuvo luchando nueve meses, contra un tumor maligno, en el tronco encefálico. A los cinco meses, ya no podía caminar ni hablar, pero aún así, se podía comunicar con la doctora Elizabeth Kübler-Ross.Su experiencia de muerte junto a la doctora, fue que ésta la miró en un momento dado, desde donde estaba postrada, cuando fue a limpiarle el tubo de la alimentación. Y vió que los labios se le estaban poniendo blancos. Hizo dos inspiraciones y dejó de respirar. Le habló, y ella cerró y abrió dos veces los ojos y murió. La doctora la abrazó. Se sintió triste pero con mucha paz. Por supuesto, no se le ocurrió reanimarla. Ya había terminado para ella todo lo que vino a aprender y a enseñar también. También le llegó un mensaje, el de que vivir significa acercarse y dar a los demás. Y de que esta niña, vivirá eternamente, como todos nosotros, que hemos de compartir con los demás la esencia de lo que es más valioso. Un tiempo después tuvo un sueño revelador: se vío junto a un río con su marido, y vieron que había una casita al otro lado. Para llegar allí cruzaron un puente. En esa casita había muchos niños, niños que ya habían fallecido. Cada uno llevaba una tarjeta con su nombre, y tenían dibujos. Entre ellos, se encontraba ésta niña, a la que pudo abrazar, y le informó de que podían jugar con ella un rato, que tenían permiso,pero también les dijo que no podía marcharse con ella. Es decir, que no podía irse de allí. La doctora le dijo que eso ya lo sabía.Jugaron con ella, y después tuvieron que marcharse. Sabía que la experiencia del sueño había sido real: esa noche, habían estado ella y su esposo, con aquella niña que ya había fallecido.
LA INTUICIÓN DE LOS MORIBUNDOS: LA SEÑAL DE SU MARIDO MORIBUNDO
Su esposo estaba muy debilitado de salud. Le habían operado del corazón y además ya le comenzaban a fallar los riñones. Es por eso que le permitieron salir del hospital para pasar sus últimos día en su hogar. La doctora tenía que dar una charla en Los Ángeles sobre hogares para moribundos, y conocedora de la gran intuición que tienen los moribundos sobre cuánto tiempo les queda de vida, le propuso que si él moría durante el tiempo que ella estaba de viaje, pues que le hiciera una señal para que supiera que era él, desde el otro lado. A su marido al principio le sorprendió el trato, pero acabó aceptando a pesar de lo cansado que se sentía. El hijo dejó a su padre después de unas compras en su casa, para que durmiese la siesta, y cuando volvió una hora después a preparar la cena, a la casa de su padre, éste había muerto en la cama. Había fallecido mientras dormía.
Llamaron a la doctora que regresó al funeral, y durante el entierro comenzó a nevar copiosamente. Allí estaban las rosas que el hombre había comprado para el cumpleaños de su hija y que habían puesto alrededor de su lápida. Y aquello tenía todo el sentido: él siempre había dicho que si era verdad eso de que existía la vida después de la muerte, "en la primera nieve que caiga después de mi muerte, habrá rosas florecidas", y ciertamente allí estaba la nieve y las rosas florecidas. Esa era la señal.
LEGADO DE VIDA Y MUERTE DE LA DOCTORA ELIZABETH KÜBLER-ROSS
A los 71 años, la vida de ésta mujer que lo dió todo por los demás cuando más lo necesitaban, en el último tramo de la vida, también llegó a su fin. Una serie de embolias, la dejó postrada, y finalmente pereció, pero no sin antes, como no podía ser de otra manera, dejarnos su legado de vida y muerte.
-1-Todo el planeta está en dificultades. Se ha maltratado a la Tierra durante mucho tiempo sin pensar en las consecuencias. y habrá terribles terremotos, cataclismos y convulsiones de proporciones bíblicas.¿De qué otro modo puede despertar la gente?¿Qué otro modo hay de enseñar a respetar la naturaleza y la necesidad de espiritualidad?.
-2-Con sus ojos vió el futuro: y dijo que sentía una gran compasión por las personas que quedarían aquí: No hay que tener ningún miedo. En lugar de tener miedo, conozcámonos a nosotros mismo, dijo,y consideremos la vida un desafío.
-3-No se puede sanar al mundo, sin sanarse a uno primero. Todo es soportable cuando hay amor, y el amor es lo único que vive eternamente.
Si habéis llegado hasta este punto de éste post, os estaréis preguntando, ¿cuál era la señal que la doctora Elizabeth Kübler-Ross quería hacer ver, como señal de que la muerte no existe y que existe la vida en el otro lado?....
Algunos ya lo habrán adivinado, como parte del juego, y otros lo estarán seguramente sospechando. Porque ella, era una mujer que le gustaban los retos. Y al igual que hizo con su marido, al hacer un trato con él para que le diera una señal cuando llegara al otro lado para que le confirmara la existencia de la vida tras la muerte, y éste lo hizo a su manera y como ellos habían pactado, ella no iba a ser menos.
Pues sí, lo has adivinado lector, porque la señal, es ésta. Estas mismas líneas, todos los libros que dejó escritos, cada persona que lee cada uno de sus pensamientos, cada ser vivo que recuerda que una vez caminó entre nosotros una maestra sabia que se camufló detrás del aspecto humano de una mujer amable y encantadora, cada persona que compró una de aquellas bufandas para colaborar con los demás, cada persona a la que ayudó y dejó un testimonio de vida y de muerte. Esa es la señal: su legado de Amor, incondicional, entre los seres humanos. No hay mejor señal, que esa.