Muchos de nosotros, sobre todo los amantes del misterio más sugestivo, habrán visionado la mítica película de 1980, titulada "Al final de la escalera" o "The Changeling" ("el reto", en español o también titulada " el impostor" en Argentina), escrita por Russell Hunter, donde un escritor y compositor musical, alquila un caserón de estilo victoriano a las afueras de la ciudad, en un paraje retirado, tras el desafortunado accidente en la carretera de su mujer e hija y el posterior fallecimiento de ambas. Es por ello que alquila esta vivienda para superar el trauma, que le ha causado estas perdidas.
En esta vivienda vivirá fenómenos paranormales, que serán activados por la pérdida sufrida y no superada de su familia. Así, pronto entrará en escena, el espíritu inquieto de un niño enfermo y postrado en un sillón de ruedas, que fue asesinado hace 70 años a manos de su progenitor, en su propia habitación, y que ahora, necesita llamar la atención para que se le haga justicia, después de estar penando tanto tiempo en la mansión, serán el hilo conductor de la historia, así como la impostura y suplantación del otro niño, ya adulto, heredero universal de todos sus bienes, que no son pocos.
Es más que espeluznante la mítica sesión espiritista, para esclarecer los hechos con una médium veterana que no cejará en su intento hasta completar la comunicación con el más allá a través de la caótica escritura automática.
Pero la película, de la que próximamente llegará el remake, toca todos los palos del misterio con temas como espiritismo, médiums, premoniciones de muerte, con ruidos como golpes en las paredes de la vivienda resonando como estruendos, grifos abiertos que nos anticipan y nos sugieren la presencia del fantasma del niño, una pelota infantil cayendo por las escaleras hasta llegar al protagonista, como una invitación sugerente a participar en el juego entre el fantasma y el protagonista, una medalla que surge de la nada de la tierra, donde supuestamente está enterrado el niño y que clama justicia desde el más allá....
Aunque este tema de la casa encantada con cementerio o personas asesinadas y sepultadas bajo la misma, no es algo nuevo, ya numerosos directores de cine ya dedicaron numerosas películas a este tema, como por ejemplo Steven Spielberg con "Postergeist", "La leyenda de la casa o mansión del infierno" de 1973
Este tema de la casa encantada con cementerio o personas asesinadas y enterradas bajo la misma, no es algo nuevo, ya que Steven Spielberg, entre otros, ya dedicó toda otro film de culto como "Postergeist" a este tema con genial maestría, después de éxitos como: "La leyenda de la casa (o mansión) del infierno de 1973"cuyo argumento es la investigación de una mansión en donde han fallecido varios científicos de manera inexplicable entre sus paredes malditas, "Los Otros" de Amenabar con claras alusiones a ésta película, "Rebeca" de Hitckock, "La centinela" (Michael Winner) de 1977, "Los intrusos" (Uninvited, en blanco y negro, dirigida por Lewis Allen y escrita por Dorothy Macardle) de 1944, película de casa encantada, toda una joya, con un argumento muy similar al que nos ocupa: una casa encantada con sesión de espiritismo por medio, fenómenos tipo poltergeist, apariciones espectrales muy logradas para la época de los efectos especiales..etc.
Pero si nos basamos en la autobiografía del escritor de la película que nos ocupa, la pregunta es inevitable: ¿es la película "Al final de la escalera una autobiografía real sobre las experiencias con espíritus de su escritor Russell Ellis Hunter?....
Veamos las pistas:
1.-Russell Hunter, falleció en el 96, y afirmó, según la publicación de la prensa, que él vivivó en una mansión alquilada cercana al Cheesman Park en Dever City en la que sucedían fenómenos inexplicables, y supuestas apariciones. La vivienda estaría situada en el 1739 East 13th Avenue y según las entrevistas que concedió a los medios de comunicación, vivió en la misma, en la decada de 1960 durante un par de años, trasladandose desde Nueva York hasta Denver para ayudar a sus progenitores con la administración del Three Birches Lodge en Boulder, un negocio familiar.
2.-En la película, el protagonista, a través de la rotura misteriosa de un cristal, descubre una habitación tapiada en el ático, y en ella el diario antiguo de un niño que vivió allí. Sin embargo, en la realidad, en el ático de la casa que Hunter alquiló, afirmó haber descubierto no un libro, sino un baúl muy antiguo, que contenía “un libro escolar y un diario de un niño de nueve años de hace un siglo”. En el mismo, se mostraba la vida de un niño discapacitado que vivía aislado en el tercer piso de la casa de sus padres, recluido por ellos. Más tarde, Hunter dijo que una sesión reveló que el espíritu de un niño difunto estaba acechando en la casa. Así que nunca se ha sabido si allí vivió y posiblemente también murió un niño en aquella casa un siglo antes de la llegada del escritor a la misma.
3.-El parque-cementerio Cheeseman, solía ser el cementerio (el cual recibió varios nombres "Old Boneyard", "Boot Hill" y "Jack O'Neil's Ranch" por el asesinato de un hombre llamado así.) de la ciudad de Denver. En 1890, se decidió que se convertiría en lo que hoy conocemos como Congress Park, Cheeseman Park, y para ello se contrató a un ebanista que desenterró todos los cuerpos del camposanto, para posteriormente entregarlos a sus familias. Para la recogida se les otorgó 90 días.
Pero, pronto el escándalo sacudió aquel lugar, ya que por las prisas, se sacó, o casi podría decirse, se profanó, miles de cuerpos sin cuidado alguno, desparramando los restos, sus ataudes y lápidas, que fueron masacrados, pisoteados y esparcidos por el lugar sin miramientos, y no solo eso, sino que se afirma que hasta el ganado pastó aquellas tierras y todo por la prisa para dar inicio a la construcción de los parques , y lo que es aún peor, es la leyenda que circula de que la persona encargada de introducir los cuerpos en los ataudes, usó ataúdes del tamaño de un niño para enterrar adultos (hasta tres ataúdes para un solo cuerpo, ya que le pagaban por cada ataúd y así ganaba más dinero), teniendo que trocear los cadáveres para poder introducirlos en los ataudes, y esto dio lugar a que los cuerpos estuvieran desparramados por todas partes y se comenzara a saquear las tumbas . Y por otro lado, se afirma de que no todos los cuerpos fueron retirados, estimando, que hoy en día aún permanecerían bajo tierra, unos 2,000 cadáveres bajo su lecho.
Consultando la Red, y los foros de usuarios del parque , son muchos los que afirman, que de noche es cuando más respeto da visitar estos lugares de recreo, sobre todo dentro del monumento más bello del recinto, uno dedicado a las ruinas griegas, una pequeña réplica del Partenón, en donde muchos afirman que es allí donde se dan más apariciones fantasmales.
Si se quiere visitar, el parque está situado en el corazón de Denver y está rodeado de mansiones (con fantasmas o no) como la de Capitol Hill, donde se cuentan historias fantasmagóricas espeluznantes, por culpa del cementerio mencionado antes. Pero esto ya sería otra historia, sin duda.
4.- Las tierras donde están situados los parques y las mansiones actuales pertenecían a los indios arapaho (significa "infinidad de tatuajes") que cedieron sus tierras en 1860 al gobierno de EEUU. Y éstas fueron utilizadas para la construcción del primer cementerio, Mount Prospect Cemetery, distribuido con zonas especiales para asesinos, bandidos, mendigos y vagabundos y enfermos, entre otras.
5.- También en aquellos terrenos se construyó un hospital para combatir la viruela junto al cementerio judío, donde muchos de los pacientes que fallecieron quedaron allí, sepultados en fosas comunes.
6.-Fue en 1909, Gladys Cheesman-Evans y su madre, la Sra. Walter S. Cheesman, donaron un pabellón de mármol en memoria del pionero de Denver, Walter Cheesman.
7.-Las historias de fantasmas que se cuentan en el lugar son verdaderamente terroríficas, no sólo las que se cuentan en la zona de los parques, sino también la de las mansiones vecinas, que se iniciaron, cuando los cuerpos comenzaron a ser retirados del cementerio en 1893. Uno de los primeros informes fue cuando un operario excavador de tumbas llamado Jim Astor sintió que un fantasma caía sobre sus hombros. Astor, quien había estado saqueando las tumbas mientras movía los cuerpos, salió corriendo del cementerio y no pudo volver a trabajar al día siguiente.
Y algunos vecinos de las mansiones vecinas, como la del escritor del film, afirman que espíritus tristes, perdidos o vengativos, se dedican a golpear las puertas y ventanas con fuerza brutal, gemidos procedentes de las tumbas maltratadas y abiertas, sentimientos de tristeza o temor injustificados cuando caminan por entre sus senderos, coros de cientos de voces, niños jugando en el parque durante la noche antes de que desaparezcan misteriosamente, una mujer cantando para sí misma, antes de que ella también, de repente, se desvanezca. Visionar en algunas noches de luna, los contornos ya desaparecidos de las antiguas tumbas e incluso personas que afirman que, después de tumbarse en el césped, les resulta difícil levantarse, como si fuerzas invisibles los estuvieran reteniendo. Y hasta hay quien dice que se han visto sombras extrañas y figuras brumosas vagando por el parque en confusión, haciendo ruido y escuchándose tintineo de cadenas.
8.- Y por último para finalizar, la historia que se cuenta de la verdadera casa que inspiró la película:
En el cambio de siglo, una pareja sin hijos vivía en la casa en 1739 E. 13th Avenue.
La pareja, Henry Treat Rogers, un prominente abogado y su esposa Kate Rogers no tenía hijos, aunque sí una sobrina y un sobrino que pasaban tiempo viviendo en su hogar.La sobrina, que vino de Illinois para vivir con los Rogers cuando tenía 10 años se quedó hasta su matrimonio. Después se marchó a vivir a Chicago varios años, y regresaron a Denver después de la muerte de su tío, en 1922, quedandose a vivir con su esposo y su tía en la casa de éstos . Cuando su tía falleció, la sobrina heredó el 1739 E. 13th Avenue y una pequeña fortuna.
El sobrino, Henry Treat Rogers II (1892-1918), se graduó de Yale en 1914 y vino a trabajar en el bufete de abogados de su tío, Rogers, Ellis & Johnson, alrededor de 1916. Este joven Henry Treat Rogers también vivió en la casa de su tío el 13 Avenue, sin embargo, se alistó en la Primera Guerra Mundial en 1917 y nunca regresó a la casa. Murió en 1918 a la edad de 25 años.
¿Fué el diario de Henry Treat Rogers II el que encontró el escritor Russell Hunter en esa mansión alquilada?¿ Al morir en la guerra pusieron a un impostor que heredó la fortuna familiar como en la película? Eso nunca lo sabremos, porque todos los escritores nos tomamos nuestras licencias literarias, y en este caso bien podría ser así.
Lo único cierto es que el final parece inspirado en la película "La caida de la casa usher", la cámara flotante en los efectos de cámara de john carpenter, y el argumento en "Los intrusos" de 1944.