"Salvador, ¿me ayudarás a matarlo?" con este titular daba comienzo el relato de la última viuda negra de Murcia, que recogía el periódico "La verdad" de Murcia, el pasado domingo 1 de Noviembre, para espanto y asombro de sus lectores, en una historia de Sangre, sexo, drogas y un ansia envenenada de venganza.
Desde el crimen de la Perla Negra, que todos tenemos en mente, de aquella señora que envenenó a su esposo y también a la criada, ésta, posiblemente, por error, ha llovido mucho, aunque no nos habíamos vuelto a tropezar con algo semejante, salpicado por la frialdad, e inocencia que destilan sus asesinos, dando una imagen de mosquitas muertas.
Pero empecemos por el principio. Finales de abril de 2013. Una chica, Fabiola, de nacionalidad boliviana, afincada en Murcia, con apariencia dulce y melosa, de aspecto frágil, y con un comportamiento infantil e inocente, que lucha tratando de darle la vuelta a la tortilla, en un intento fallido de convertir a la víctima, su esposo, en verdugo, y ella en víctima.
Por otro lado, tenemos al esposo, Ángel, vigilante nocturno de profesión. Y como no, a la otra parte de este triángulo amoroso, al amante, Salvador, un hombre tímido y reservado, que conoció a esta chica a través de una red social establecida para ello.
Así que ya tenemos a los personajes, ella tierna y dulce, convertida en una dama en apuros, mortífera, un auténtico "ángel negro"; el marido, que no es ningún ángel precisamente, y Salvador, que no va a salvar a nadie sino más bien a condenar, a ser el brazo ejecutorio que imponga una justicia de sangre, creyendo, muy posiblemente que hace lo correcto. Aunque sabe perfectamente que se ha convertido en la mano ejecutora y cómplice de su amante .
Su relación amorosa no pareció empezar con buen pie. El, poco a poco se fue enganchando a ella, necesitando cada vez más su compañía.
Pero aquello no podía sostenerse porque la relación estaba basada en una mentira: ella le había hecho creer que estaba separada, porque su marido le había sido infiel. Y esto hizo que Salvador se compareciera de ella. Durante un tiempo, Salvador, no sospechó nada, hasta que ella le confesó que estaba casada, y que su marido la sometía a todo tipo de tormentos, tanto físicos como psicológicos, a lo que él le dijo que lo denunciara, y que lo dejara, pera ella le replicaba con todo tipo de excusas para no hacerlo.
Según relata el periódico, ella seguía sin tomar una decisión, hasta que un día le dijo a su amante, que su marido la había violado, y que no pensaba aguantarlo más, preguntándole si podía ayudarle a matarlo.
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Debby, aspirante a viuda negra de la familia Adams |
Así que urdieron un plan: ella se marchó con su esposo en coche hasta un descampado de la pedanía murciana de Puente Tocinos, alejado del centro urbano y en la oscuridad, con la excusa de tener relaciones sexuales (¿porqué irse tan lejos y arriesgarse, no podrían haberlo hecho en su casa? esto pasa siempre en las películas, pero no se entiende en la vida real, y sabemos que en el espacio no se pueden oír los gritos, pero en los descampados tampoco).
Según el plan acordado, sobre la medianoche, (tras previo aviso), el acusado llegó al lugar de los hechos en bicicleta, y acto seguido, abrió la puerta trasera del vehículo, se colocó tras la víctima , y le degolló (la prensa dice que la acusada también participó en esto, colocándole la rodilla sobre el pecho al esposo para sujetarlo) .La muerte fue casi en el acto.
Los acusados trataron de simular que se trataba de un robo y le sustrajeron a la víctima la cartera y en tres ocasiones extrajeron ciertas cantidades de dinero de una tarjeta de crédito que la víctima llevaba. En fin, al final se fueron con el dinero a un hotel de Alicante en donde posteriormente fueron detenidos.
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la viuda negra, una araña con mala reputación |
Estoy segura que este caso, traerá a la mente, la figura de la clásica viuda negra, tanto en el cine, con Scarlett Johanson en este papel o la pérfida esposa de Fétido de la familia Adams entre otras, o a Jerónimo Tristante, con su obra del mismo nombre.
Pero repasando la crónica negra de Murcia, en referencia a las "viudas negras" más conocidas de nuestra tierra, tras La Perla, fueron otras, las ejecutoras, siendo la gran mayoría grandes envenenadoras, como Jacqueline Moore, una británica de 49, que en 2007 fue condenada en Cartagena, a 10 años de prisión por el delito del asesinato de su marido, Brian Moore (se llamaba igual que el escritor cómico), al que tras asesinarlo lo descuartizó y lo incineró en un bidón de su casa. Posteriormente fué condenada a tres meses de prisión por la profanación del cadáver de éste (se le habría olvidado algo en la tumba?)
En fin, que las viudas negras son peligrosas, y que acechan en la noche, ocultas tras sus dulces armas, frotándose las manos ante la próxima víctima que decida pronunciar junto a ella, aquello de "hasta que la muerte nos separe"...feliz noche y no se dejen atrapar por estos ángeles negros.