miércoles, 22 de noviembre de 2017

VIOLENCIA DE GÉNERO Y FANTASMAS...¿SIGUEN ATACANDO DESDE EL MÁS ALLÁ?



Desde tiempos remotos el ser humano ha tenido la capacidad innata para contactar con el plano espiritual, y por ende, con las entidades espirituales que lo habitan, entidades que nunca fueron humanas y que causan daño y dolor a los seres humanos alimentándose de sus más bajos instintos y miedos, y por contra, seres desencarnados, que un día fueron humanos, y que tras el proceso de la muerte corporal, han pasado a "mejor vida". Pero también sabemos que estos últimos, por la condición humana que experimentaron, tras la marcha al otro plano, pueden seguir aferrados a un sentimiento, a un objeto o peor aún, a una persona física. Y aquí es cuando puede comenzar el debate, puesto que si el finado era un "ser de bien" todo lo que puede aportar a sus familiares a los que se sentía más unido, serán buenas vibraciones, pero sino si eran justo lo contrario, buscaran dañar, instigar, por medio del odio y del desprecio a los mortales, y malas vibraciones desde el otro lado. Es decir, que si el abuelito se va y nos ha estado ayudando aportando su pensión, cuidando de los niños, legándonos su vivienda para que sus descendientes no se vean en la calle y aportando todo lo que pudo con su generosidad, amor y cuidado, eso mismo seguirá haciendo desde el otro lado, desde el que podrá asomarse como si de un espejo se tratara a nuestro mundo, y seguirá mandándonos buenas vibraciones. Pero si la persona era todo lo contrario, una persona que maltrataba a su mujer/marido, le pegaba tremendas palizas, e incluso la tenía coaccionada contra su voluntad, entonces tras su fallecimiento, este alma que puede no aceptar incluso su muerte o cese del plano físico, puede seguir instigando a la víctima, desde el más allá, creyendo que aún le pertenece y que tiene derecho, a continuar con su maldad y su acoso.
Y lamentablemente, este tema está a la orden del día en vista de la violencia machista que se está registrando últimamente en todo el mundo.
Personalmente creo que ésta cuestión es una de las cosas que más miedo dan al ser humano: la posibilidad de ser agredidos por una entidad espiritual, un desencarnado, o un ser no humano, que venido desde otro plano invisible ante los ojos de los que no pueden percibirlos, puedan agredirlos, no sólo espiritualmente, sino físicamente, llegando incluso a perder la vida.
Entre los casos que he investigado personalmente, han habido hasta la fecha, dos casos en los que he intervenido que me han llamado la atención y en donde ha existido maltrato, bien de esa persona en vida, bien más allá de la muerte. En el primer caso, una familia de Cieza, me llama a través de un amigo común de la radio para que investigue su vivienda, de renta antigua, heredada de unos familiares, en donde vive una joven pareja y su bebé en la actualidad, y me indican que están siendo "acosados" por espíritus o fuerzas del más allá. Cuando llegué a la casa, que en verdad era antigua, lo primero que les pregunté es qué habían hecho con las pertenencias de los antiguos propietarios, y éstos me respondieron que se habían desecho de todo. Después pude ver en la casa, en el salón, a un joven con pantalones de pinzas, sin camiseta, y con lo que yo creía que era un hacha, y la familia me confirmó que era un "azá". El joven portaba el azá a las espaldas y venía de la huerta, apareciendo de manera sonriente. Luego, estaba su señora, con la cara triste y lánguida que se manifestaba en la cocina, así como numerosos niños, pululando por la misma. Me llamó la atención que uno de ellos que se escondiera en un armario. Pero enseguida comprobé que toda la familia se había escondido en ellos, y es que cuando estaba encarnados, todos habían sufrido malos tratos por parte del hombre del azá. En fin, desgraciadamente ésto sucede  en muchos casos. Le pregunté si la mujer o el bebé habían sufrido algún problema físico con estos espíritus y me dijeron que no, que lo único era que se cambiaban de sitio los objetos o desaparecían, que oían golpes de procedencia desconocida, y por supuesto, que se sentían observados en la casa y en el dormitorio, donde los gatos de la familia se mostraban inquietos y nerviosos,  maullando hacia puntos de la casa donde "supuestamente" no había nada.
Les aconsejé dejar un elemento de la vivienda en el mismo lugar donde estaba (reformado, modernizado como más les gustase) pero en el mismo sitio donde se encontraba, porque estas entidades querían aferrarse a algo que les fuera familiar y que les perteneciera para sentirse en su casa. No querían hacer daño alguno, sólo querían compartir la vivienda en donde habían permanecido (y sufrido) tantos años.
Recé una oración por ellos (por todos) y les aconsejé que el sacerdote bendijera la vivienda. Mano de santo, porque unos días después les llamé para preguntarles que tal le había ido, y me dijeron que desde que hicimos la oración y el sacerdote hizo su trabajo, el ambiente se tornó más apacible y nunca han vuelto a suceder estos fenómenos. Pero podía haber ido a más, si estas personas, hubieran discutido y a él se le hubiera ido la mano, y esas energías se hubieran activado al sentirse identificadas....
En otro caso de una persona que se suicidó,  cuando visité la vivienda, una entidad me dijo en lo alto de las escaleras que si quería podía tirarme por ellas (que resultó no ser el suicida sino una entidad malvada que lo tenía retenido), decidí llamar a otro médium para que me ayudara y aunar fuerzas, ya que ahí fué cuando me planteé que quizás, aún estas entidades podían entrar en contacto con la materia física y hacer todo el daño que pudieran.
Una señora también me visitó y me contó que ella vivía de joven en la huerta, en un caserón viejo, y que su padre no había sido una buena persona con ellos. Y que tras su muerte, ya anciano, por las noches, sus hijos (que ya eran mayores) podían oir "perfectamente" el bastón de su padre apoyándose sobre las frías baldosas del suelo en la penumbra en dirección a su cuarto, donde dormían dos de ellos. Se paraba en el umbral de la puerta, abierta, y entraba cojeando con el bastón hasta situarse junto a su cama. El terror, me describe la señora, era "absoluto". Nunca los tocó fisicamente, pero sólo de saber que esta persona que no era nada buena, había vuelto del otro lado para seguir a su lado, y observarlos, les tenía más que aterrorizados, tanto, que no se atrevían ni a abrir los ojos,..por si lo veían.

Y para añadir más tierra al asunto, también diré que, durante mi periodo radiofónico (al que espero volver),  una persona que frecuentaba este entorno, me contó que como trabajador de mantenimiento (ya jubilado) de un edificio público del centro de Murcia (omitiremos los datos para preservar su intimidad) mientras bajaba al sótano del histórico edificio con la finalidad de resolver una pequeña averia que se había originado en el mismo, notó una mano física, con todos sus dedos apoyados en su espalda, que lo empujó con fuerza por las escaleras, y a punto estuvo de perder el equilibrio y caer rodando, provocándole seguramente un daño considerable. Subió como alma que lleva el diablo inmediatamente, y miró por las cámaras de seguridad, con la esperanza de que algún gracioso se hubiese colado al edificio y le hubiese dado un buen susto. Efectivamente, este señor aparecía en las cámaras...completamente sólo, y en ademán de ser impulsado hacia delante como si hubiera recibido un buen empujón desde otro plano de existencia, que en ese momento, para su desgracia, se hacía muy pero que muy física. 



La televisión , el séptimo arte, y la literatura, no han querido perder este filón, alimentándolo y adornándolo con las mejores galas de nuestros miedos más profundos, y así en televisión tenemos la serie de discovery Channel, "Cuando los fantasmas atacan" https://www.youtube.com/results?search_query=cuando+los+fantasmas+atacan, donde en cada capítulo se manifiesta una entidad invisible que golpea con una  fuerza aterradora a sus víctimas. No sólo se manifiesta actividad poltergeist violenta  (objetos que lanzan), susurros amenazantes,  arañazos,  empujones, etc, un acoso físico, lanzado desde un enemigo invisible que sólo quiere hacerles daño físico, hasta el punto de amenazar sus vidas. Entre los primeros ocho episodios de la temporada tenemos el capítulo de una  bisabuela fantasmal, asesinada hace varios años en una vivienda, que se convertirá en una pesadilla para los descendientes de la misma. En otro, una familia comienza a ser perseguida por el espíritu de un hombre que habitaba en el campo al que viajó y que, lejos de tener una presencia pacífica, los convierte en víctimas de brutales ataques. En uno de ellos, su hija termina con lastimaduras en sus brazos que representan extraños símbolos demoníacos. En otra historia, una pareja pone cámaras de seguridad en su casa y pronto se dan cuenta de que no están solos y comenzará la agresión. Unas amigas van al cementerio a hacer contacto con los muertos, y pronto se darán cuenta de que no les gustan que les molesten.

En fin, que los episodios como podéis ver, son de lo más moviditos, y no dejan a nadie indiferente, creando el terror, de que algo invisible puede llegar a ponernos las manos o lo que sea, encima, y llegar a agredirnos físicamente, amenazando nuestra integridad y nuestra vida. Aunque esto no sea lo normal, que es que estas entidades puedan "sugestionarnos" y seamos nosotros mismos quien nos lesionemos, llegando incluso a aterrorizarnos tanto que nos infartemos, no se común que nos lastimen, lo que siempre intentan a toda costa, es que nos lastimemos nosotros mismos a través de sus manifestaciones. En fin, que la serie no tiene desperdicio. Os dejo uno de los casos, el de la familia Settle que lo pasará terriblemente mal.




En literatura, tenemos por ejemplo, el libro del hijo de Stephen King, Joe Hill, "El traje del muerto", es la historia de una estrella de rock que decide comprar por Internet "un fantasma apegado a uno de sus trajes"  y, días después, recibe una extraña caja en forma de corazón que contiene el traje del finado. Al poco tiempo, el espectro, Craddock, se le aparece, de forma muy sutil al principio y, terriblemente amenazador después. Cuando su asistente se suicida, el protagonista y su novia deciden abandonar la vivienda y emprender una desesperada huida para salvar sus vidas… pero la huida no será fácil porque porque éste viene directamente del propio pasado. La verdad es que su brillante navaja te dejará marcado. Realmente me encantó la historia, y tengo que confesar que verdaderamente me infundo todo el terror que iba buscando.









Y en cine la violencia de género fantasmal se traduce en la película "Arresto domiciliario"(100 feet) del director Eric Red(los viajeros de la noche), y protagonizada Famke Janssen  que interpreta a una mujer que sale de la cárcel en libertad condicional por haber matado (en defensa propia) a su marido, un violento y corrupto policía de Nueva York que la había maltratado brutalmente durante años. Como condena, debe permanecer un año en arresto domiciliario con un localizador electrónico atado a su tobillo. El antiguo compañero de su marido la somete a una estricta vigilancia, esperando que viole la condena y que vuelva a prisión, porque está muy dolido y resentido de lo que ella le ha hecho a su compañero y amigo. Lo peor es que su marido se ha convertido en un fantasma que habita la casa y quiere vengarse a toda costa de ella. 


Así, los fenómenos paranormales clásicos, como apagar y encenderse las luces, fallos en el cableado eléctrico, golpes y ruidos de incierta naturaleza, parpadeo de velas, corrientes de aire inexplicables, fenómenos postergeist de manera virulenta, consiguen meter a la protagonista en una atmósfera opresiva de la que es difícil salir.
Pero pronto la protagonista se da cuenta de que el espíritu está apegado a sus objetos personales, por lo cual tratará de deshacerse de ellos, aunque no será tan fácil, porque lo más evidente, el anillo de boda, es aquello que más le costará desprenderse, porque el fantasma sólo quiere que la muerte los separe.
Si Hickock hubiera imaginado su magistral película "La ventana indiscreta", en vez de con un fotógrafo con la pierna escayolada por un accidente por hacer las mejores fotografias, a una mujer con la pierna fastidida por un localizador electronico, tambien recluida en casa como el protagonista, pero le hubiera añadido fantasmas al ambiente (en vez de una bella Grace de Monaco) opresivo vecinal en donde están confinados a estar en la vivienda sin poder salir, hubiera salido esta estupenda película, que sin duda logra ponernos los pelos de punta, cada vez que el resbaladizo policía fantasmal (interpretado por el ídolo de los ochenta Michael Paré) aparece en escena, porque aquí el ente destroza muros de un puñetazo, desmiembra a un hombre en segundos y va y viene a su antojo .
Asombrosamente  años después,  de que se estrenara esta película, se han realizado otras de argumentos similares como "Housebond" donde una chica tiene que cumplir arresto domiciliario en una vivienda embrujada con una entidad brutal que intentara acabar con su vida, y  "Verano en tinieblas (Dark Summer)" con otro tanto de lo mismo, porque el tema del arresto domiciliario da para mucho.  Aquí os dejo el trailer de la primera.





En fin, haciendo gala de las taquilleras y ochenteras películas  "El ente" y "los fantasmas atacan al jefe", se puede decir que aunque no sabemos nada de nada sobre las entidades fantasmales y sus fuerzas desatadas (fisícas o no), podemos decir que algo hay ahí fuera, ¿el qué?, esa ya es otra cuestión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario