LAS VIEJAS LEYENDAS DE MURCIA NUNCA MUEREN-2ª PARTE

Siguiendo con el post anterior, en donde el genial escritor Pedro Díaz Cassou nos deleita con la recopilación e investigación de las viejas leyendas de antaño de la huerta murciana, nos deja otro enigmático libro, "Leyendas de Murcia. La Virgen del Carmen"  donde vuelve a sumergirnos de nuevo en las leyendas de antaño, ancestrales, muy posiblemente que fueran de tradición oral, de padres a hijos, recorriendo toda nuestra geografía, aunque asegura al final de la obra, "que sólo he recogido aquí, las leyendas que he creído, bajo mi punto de vista, más interesantes" de ser inmortalizadas en estas páginas. Por supuesto, os invito a leer estas leyendas,  que se encuentran en el Fondo Público Regional de Murcia, en el edificio detrás de la Biblioteca Regional de Murcia, ya que lo expuesto aquí al igual que en el post anterior, son mis interpretaciones de dichas historias, resumiendo e interpretando con mis propias palabras estas bellísimas leyendas románticas, sobre bandidos de buen corazón, esculturas milagrosas de la Virgen, y diablos algo escaldados..
Y dicho esto vamos a entrar en materia...

1.-LA LEYENDA  DEL CAPITÁN MALASANGRE (1881)

El capitán "Malasangre" de la serie "Águila Roja", superviviente, frío, cínico, cruel, pero con mucho carisma. Y el nuestro, con mala sangre pero con un gran corazón.

Érase que se era, un famoso bandolero en Murcia cuyo apodo o sobrenombre, era "Malasangre", nombre que hacía más que alusión a sus más que míticas hazañas junto a malechores y bandoleros por huertas y caminos de la Región. Aún siendo un criminal, le profesaba mucho fervor a la Virgen del Carmen, que por aquel entonces, según cuentan las crónicas,  era patrona de ladrones, bandoleros, malhechores y otras personas de mal vivir como el protagonista de esta sorprendente historia. Pero, he aquí, que como todo en la vida, las fechorías del bandido llegaron a su fin, y no a buen puerto parece ser, pues le tendieron una trampa y lo atraparon cuando gozaba de la compañía de una mujer de dudosa reputación, situación que lo llevó a la horca y a su posterior despedazamiento y reparto de los trozos por toda la ciudad como escarmiento público.

ilustración de Martín Olmos

Tiempo después, un monje, Fray Juan, mientras yacía moribundo en el lecho de su cama en el convento, revela un oscuro secreto ante los atónitos ojos de sus compatriotas: que antes de ser monje había sido el teniente de Malasangre, y que tras enterarse del paradero de la cabeza del que había sido su fiel compañero durante muchos años, organizó un rescate para hacerse con ella. Pero ocurrió algo para lo que quizás no estuviera preparado...y no lo estuviera jamás.
Y ocurrió que cuando estaba descolgándose del muro del puente de entrada a la ciudad, cerca del río, donde permanecía clavada la ruda cabeza,  al intentar cogerla, la cabeza abrió inesperadamente los ojos y le narró lo que le había acontecido tras fallecer y llegar a la otra orilla.

Y entre otras cosas, se vió su alma en un juicio en donde le pesaron su buenas y malas obras en una balanza (como los egipcios) ante la atenta mirada del arcángel San Miguel, Dios y la Virgen, y como era de esperar en una figura como la del capitán, las obras buenas no figuraron por ningún lado, así que la balanza se inclino violentamente hacia las malas acciones, algo de esperar, sin duda. El bandolero, quizás arrepentido de la vida que había llevado, o tal vez temeroso del oscuro destino que le esperaba, mirando a la Virgen, pidió perdón de corazón, y ésta compareciéndose de el, rompió a llorar y una lágrima cayó en la balanza, en el lado de las buenas acciones, cambiando el terrible resultado y librándolo para siempre del tormento que ya le esperaba en su nueva existencia.

Tras terminar de relatar su experiencia, la cabeza quedó inerte y el bandolero, impresionado por el relato de ultratumba  del que había sido su fiel amigo y compañero en tantas fechorías y correrías, se fue derecho a un convento, en donde se convirtió en sacerdote hasta hoy día, y finalmente tras arrepentirse de sus obras,murió, no sin antes contar lo sucedido para dejar constancia a sus hermanos religiosos de la misericordia de la Virgen hacia los que les tiene fervor sea cual sea su naturaleza y su condición.

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-Según se dice un cuadro que hay en el convento de las carmelitas calzadas,representa a la virgen derramando un lágrima por un pecador al que se lo quieren llevar dos demonios. (tal vez Malasangre ¿?), y que por ese motivo la Virgen que era protectora de los criadores de seda paso a ser patrona de ladrones.

2.- ABOGADA CONTRA EL RAYO

Esta leyenda ocurrió el 15 de Agosto de 1818, cuando ese fatídico día, se desencadenó una fortísima tormenta con aparato eléctrico y otra fenomenología en el mismo centro de la Ciudad de Murcia. Las campanas del conjuro de la iglesia de Santa Catalina (que fueron desmontadas en 1829), habían sonado aquella oscura noche, antes de su hora, y su tañido lúgubre y oscuro, parecían sin duda, presagiar lo que estaba a punto de acontecer instantes después, en dicha iglesia, cuando tras el último toque, una tenebrosa nube se situó justo encima del recinto religioso, amenazando el mismo, con fuertes truenos y rayos, acompañados de una fortísima tromba de granizo, tan fuerte y espeluznante que el autor asegura que aquello parecióse "un redoble de tambor tocado con las campanillas de un esqueleto". Algo sin duda que hizo horrorizarse a los

La tétrica cripta de los Condes de Buenavista en Málaga

monjes que en ese momento se encontraban orando como de costumbre, y que les llevó a

posicionarse en torno al Prior. Y aunque no lo indica en el relato, parece ser, por las indicaciones que nos da, que los monjes le manifiestan su intención de abandonar la iglesia y buscar mejor cobijo, pues temen que la antigua construcción no fuera lo sufiente fuerte para aguantar los embites  terribles de la tormenta, casi perfecta. El Prior les responde que no tengan miedo, y que no duden de que el que ora a la Virgen nada le pasará. Que confíen en ella, y dirijan sus rezos hacia su protección y amparo. Dicho esto, una gran luz entró en la Iglesia, envolviendo y sacudiendo a los atemorizados religiosos, y cuando pudieron recuperar la visión, se encontraron con la escultura de la Virgen hecha pedazos en el suelo, ya que ella se había interpuesto contra el rayo, para salvarlos de una muerte segura.

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-Años después, hacia 1879,  se dice que dicha escultura existió, y que  restaurada, y que se llegó a celebrar incluso, una función en la iglesia que recordaba este hecho milagroso.

-En mi casa, cuando éramos pequeños, era costumbre orar a Santa Bárbara bendita, que también es abogada contra el Rayo y las tormentas, y siempre entonábamos esta oración que nos enseñó mi madre:“Santa Bárbara bendita, que en el cielo estás escrita con papel y agua bendita.En el ara de la Cruz, Pater noste(r), amén Jesús”.

-Como curiosidad, existen unas construcciones típicas del pirineo aragonés llamadas "esconjuraderos"  que se construyen para albergar rituales destinados a conjurar tormentas o tronadas.

-En el libro "Comedia con fantasmas" de Marcos Ordóñez, aparece un redoble de tambor, seguido de un grupo de soldados, que tras las guerra, quedan convertidos en esqueletos vivientes que miran hacia el público desde sus cuencas vacías.

3.-LA VIRGEN Y EL MAESTRO CAMÁNDULAS (1882)

Cuando la muerte aguarda, tras cada esquina, cuando la epidemia va corroyendo la carne y el alma de las personas, y las va perdiendo sin remedio...el hambre, esa vieja enemiga del ser humano, que no entiende de situaciones, ni de tiempos, ni de épocas, .siempre está ahí para recordarnos que no importa lo que ocurra, ella siempre nos atormentará, como le atormentó al maestro Camándulas de esta historia, como se recoge en este libro.  Esta leyenda cuenta la historia de un maestro al que se le moría la hija, en tiempos de epidemia de peste, (extendida más allá de nuestras fronteras). En ese contexto, un  hombre al que se le muere su hija de hambre, trata por todos los medios, de conseguir llevarle bocado para que ésta no desfallezca. Pero el infortunio le va persiguiendo allá donde intenta, sin éxito, conseguir su propósito: primero visita la casa de una mujer moribunda, que se halla sola en la cama, y tras obtener "prestado" un plato de comida de la cocina, la moribunda, con la avaricia asomada en sus pupilas y la mano rauda, le arranca las viandas y lo delata como un ladrón ante el vecindario. El buen hombre, asustado y temiendo las represalias,  huye sin más remedio despavorido, y desesperado,  buscando comida sin conseguirlo, cansado y temiendo lo peor para su hija, hasta que llega a la puerta del convento del Carmen y allí intenta, de nuevo conseguir comida, pero nadie sale a recibirlo, sólo aparece "nazareno enterrador"¿?  que llega con el carro de los muertos,y  le informa, de que, todos los frailes han salido del convento y se encuentran a la huerta y en la ciudad para asistir a los enfermos. Perdida esta última esperanza, el maestro aporrea de nuevo la puerta, y se deja caer al suelo, pensando que su hija, a la que adora, morirá de hambre sin remedio, y presa de esta emoción, comienza a "entonar una oración al tiempo que una blasfemia recorre su lengua", y poco a poco, siente como va perdiendo la cordura y le abandona la razón, cuando de repente, se abre el portón, y aparece una bella señora envuelta en luz,  vestida con los hábitos del convento, y a sus pies tiene una olla de comida que huele como los mismos ángeles. y sin pensarlo dos veces, y con el aturdimiento que lleva, sale corriendo de allí, sin ni siquiera mirar hacia atrás....

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Monasterio en el monte Athos

4.-EL ESCAPULARIO DE LA VIRGEN

Parece ser que existía en la portería del convento otro cuadro rememorando este suceso. Pero Cassou nos dice que a él le parecía esta historia una mala ilustración de un mal relato. ya que la representación de la virgen ni la actitud del maestro son las adecuadas.-En un monasterio del Monte Athos, está expuesta la imagen de la Virgen, en lo que parece ser la historia a la inversa: La Virgen, es quien se aparece, a la entrada del convento, en la cola para solicitar comida. Y lo más curioso si cabe, es que en dicho lugar las mujeres tienen la entrada prohibida al recinto. Cuanto menos curioso.



 

Hubo una vez en Murcia, un cura carmelitano, el padre D. José, que había acudido aquella tarde a celebrar el cumpleaños de su amigo, a su casa, el también párroco de Alcantarilla. Después de una velada festiva en donde comieron, bebieron y rieron largo y tendido, quedaron exhaustos de tanto festejo, tendidos sobre la mesa.  D. José, se levantó de la mesa, dejando a su compañero roncando sobre la misma, salió a la intemperie a fumarse un pitillo y a despejarse un poco del sofoco y la resaca que debía llevar en aquellos momentos. Mientras aspiraba lentamente el humo, del cigarrillo, oyó a lo lejos las campanas del reloj de la iglesia, que en ese momento daban paso a la medianoche, y esto le hizo recordar que ya iba siendo el momento de volver a casa y buscar la plácida y mullida cama. Dicho y hecho, cuando el buen hombre llegó al portal de su vivienda, al abrir la puerta, se llevó una sorpresa que jamás olvidaría: un tremendo perro negro como la noche, salió del interior de su morada, que parecía esperarle, y sin darle tiempo a nada, el grotesco animal se posicionó entre sus piernas, elevandolo hacia el cielo a la velocidad del rayo.  El sacerdote, sorprendido, cayó en la cuenta inmediatamente de que aquello era obra del Maligno, más no podía hacerle frente, porque ese día no llevaba puesto el escapulario de la Virgen, al que le tenía gran fervor, porque lo había dejado olvidado colgado sobre uno de los ventanucos de su humilde celda.

Sin perder la compostura, y con cierta guasa, se dirige entonces al Diablo, al que increpa : " Oye morenito" ¿a dónde te diriges tan deprisa?...."A los infiernos", le responde el maligno.

-"Buena tierra esa para el invierno..." ,".. más yo sé que este viaje se hace después de muerto..".prosigue con sorna el religioso para asombro del de abajo....

Pero el sacerdote viéndose perdido, decide hacerle una jugarreta del que dicen que sabe más por viejo que por diablo, y jugándoselo todo a una carta, le propone que ya que se lo va a llevar a los avernos más profundos para siempre, le gustaría visitar por última vez lo que había sido su humilde celda en el convento Carmelita durante casi toda su vida. El diablo, sin sospechar nada, le dice que acepta el trato pero que como no puede entrar dentro de un recinto sagrado, se quedará en el balcón esperando, y le tendrá cogido de la mano,para que no intente escaparse. El cura acepta y en un santiamén, (nunca mejor dicho), diablo y religioso se encuentran en el citado balcón. El cura localiza rápidamente el escapulario olvidado aquella mañana al asearse. Se lo cuelga al cuello y le indica con soltura a su captor que ya puede ir pensando en largarse de allí sin él. El de los avernos, entonces furioso asió a su víctima con más fuerza, más el religioso ni se inmutó, pronunciando un extraño conjuro: "Vade Infernalis draco, virgo carmelitana est in me" (que sería algo así como: Márchate a los infiernos Satanás, la pureza carmelita está en mi), y el diablo profirió un horrible alarido inhumano. "Del Carmen habías de ser", dijo, más no concluyó la frase porque José abrió los ojos sobre la mesa en la que había cenado horas antes, con la vela que horas antes había estado entera, ahora prácticamente consumida, y su amigo, que se hallaba despierto, se marchaba a la cama a dormir, porque eran ya pasada la medianoche.
Dicen, que el padre José durante toda su vida tuvo el convencimiento de que aquel viaje aéreo no fue un simple sueño sino más bien una inmersión a otra realidad, a un plano desconocido tal vez. Así que nunca hablaba de tan extraña experiencia aérea y su encuentro con el de los Infiernos. Pero cuando se decidía a hablar, siempre recomendaba encarecidamente a quien lo escuchaba que nunca se dejara el escapulario de Ntra Sra. Que la salvación a veces pende de un hilo, como en esta historia.

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