lunes, 5 de octubre de 2015

REGRESION DE ALEJANDRO AMENÁBAR: "LA MENTE Y SUS DEMONIOS"



Acabo de ver la última película de Alejandro Amenábar: "Regresión". Rodada íntegramente en inglés, con actores extranjeros y en escenarios también situados fuera de nuestras fronteras, el mediático director nos lleva de nuevo, en un viaje sin retorno, hacia los demonios más profundos de la mente. Pero vayamos por el principio.

Aunque la crítica se no se ha mostrado muy benevolente con la película, tengo que decir que no es prudente echar un trabajo tan complejo por tierra en un par de minutos. La película, guste más o guste menos,está bien hecha, bien dirigida y los actores, en especial Ethan Hawke, hace un papelón de miedo llevando todo el peso del filme de manera magistral.

La película está ambientada en el Minessota de los años 90. En un ambiente oscuro durante toda la película y que sólo al final se volverá luminoso, la dulce y tierna Enma Watson, da vida a una joven que acusa a su padre , de haber abusado de ella , aunque éste asegura no recordar nada de lo sucedido. Y no sólo eso, sino que parece haber más personas implicadas en el asunto. Sin embargo, y pese a todo pronostico, el hombre admite su culpabilidad sin saber que ocurrió en realidad.

La secta satánica en plena "misa negra"
Para recuperar la memoria contará con la ayuda de un (inquietante) psicólogo (que defiende la ciencia como racionalidad superior por encima de las creencias populares, y que tacha el fenómeno como "sugestión" o "histeria colectiva" en una especie de locura contagiosa), que, poco a poco, consigue que comience a recordar la agresión y, con ella a un policía que, según él, participó en el abuso. Para rizar más el rizo, los medios locales barajan la posibilidad de que todo se trate de un acto cometido por una secta satánica. Para ello, el inquieto e intrépido policía interpretado por, Ethan Hawke, tratará de resolver el caso.



En la trama también aparecen los abusos de menores,  la infancia interrumpida, de la eficacia e ineptitud de la investigación policial, situando a veces a los policías como jóvenes e inexpertos; a las temibles Sectas satánicas, que juegan un papel principal, siendo los malos de la película, (aunque a veces la iglesia católica también ha tenido sus actos aberrantes), y no sólo eso sino que también parece también tachar la Iglesia como una secta al tratar de imponer su religiosidad y sus creencias al resto. Y por último también se remarca el tema del alcohol y las drogas con respecto a la salud mental y los trastornos que genera, como es la destrucción total o parcial de los recuerdos quedando la persona  sumamente frágil ante la manipulación y el control de su mente, algo que sin duda aprovechan los agrupaciones sectarias para poder tomar el control del individuo y por ende su voluntad.

La verdad es que las escenas en estado de regresión dan bastante respeto y le confieren unos golpes de tensión y suspense total, ya que los recuerdos se muestran de una manera tan vívida que parecen reales. Y no son muy agradables que digamos.

En la película aparecen varias figuras: la ley representada por la policía que hará todo lo posible por avanzar en la investigación, la iglesia representada por el párroco que luchará contra los demonios mentales y físicos, con la biblia (la palabra de Dios) y la oración , y la racionalidad y la cordura, representada por un psiquiatra que luchará durante toda la película para que nadie pierda los papeles, ni la cabeza, aunque a veces no logre conseguirlo y se duden bastante de sus "técnicas" que en ocasiones parecerán sospechosas hasta para el protagonista, quién ya no saben en qué ni en quién creer por los tenebrosos laberintos de su mente.

Como elementos religiosos, Amenábar llena la pantalla de biblias, crucifijos, oraciones, iglesias, con un sacerdote que parece un villano más que un representante religioso. (Y como no, hace alusión al tema de la homosexualidad siempre tachada por la iglesia católica).

En el lado contrario, en el satanismo, se manifiesta un libro misterioso, asesinatos rituales, orgías, asesinatos de bebes (me recordó a la película  "Drácula", que al igual que esta, mataban a los bebesy se los comían), cánticos, misas negras, extraños rostros maquillados (me recordó extrañamente al libro "Retrum" de Frances Miralles en donde los personajes de la secta gótica llevaban las caras maquilladas de blanco con los labios morados)....


Pero, en un momento dado, Amenábar se posiciona y nos desvela su última carta, afirmando que el demonio no existe: sólo existen malas personas y buenas personas. Y que tal vez el terror más grande que existe sea la sugestión y la histeria colectiva, algo que es totalmente contagioso.

Aunque por otro lado, también deja la puerta abierta, hacia el mal más puro, hacia "la energía maligna" que puede tomar cualquier forma en nuestra mente, aquella que persigue y retorna como un boomerang, a quién le ha llamado. Manifestándose  así un "demonio escondido en la mente", que se manifiesta de un modo terrorífico buscando en la mente la imagen que más miedo le puede dar a uno y casi siempre deja patente que si existe un demonio siempre son personas del entorno más cercano a la víctima quienes encarnan esta figura y se visten de ella para aprovecharse de la situación.

Y para más inri, los malos le irán llamando por teléfono para ir sugestionando al policía al estilo de Scream  (y a veces me iba recordando a la serie True Detective).

El otro día Amenábar estuvo chateando en la página de Facebook de Telecinco y afirmó que la película no está asociada directamente con ningún caso real, pero que sí refleja lo que esta o estaba pasando en muchas poblaciones de Estados Unidos al mismo tiempo.

Así que el dilema está servido: ¿es la regresión un fraude? ¿refleja la manipulación intencionada o no de la mente al ser inducida? ¿realmente existen vidas pasadas?.... No lo sé, y eso que yo misma ya os conté que me sometí a una regresión con un experto y no obtuve ningún resultado. Nada, ni vidas pasadas, ni siquiera imágenes de ésta. Así que tengo mis dudas.

Y para finalizar, diré que el satanismo siempre ha existido, aquí en Murcia, quizás desde siempre, de forma escondida, y que  en los años 60-70 se hizo famosa la leyenda del "Callejón del cabrito", en donde un demonio se le apareció a un borracho en pleno centro de Murcia). En un conocido barrio (que no voy a mencionar), algunos vecinos pertenecientes a ese movimiento robaban hostias de la iglesia cuando comulgaban para consagrarlas a las misas negras. Todos conocían ésto, pero nadie se atrevió a denunciarlo por miedo. También en el centro de Murcia, un padre de familia  (yo conocí a la víctima) realizaba rituales satánicos contra una de sus hijas a la que le infligió un gran daño. Tal vez ahora, en la era de la tecnología, salgan todas estas cosas a la luz, o deberían. Por desgracia en EEUU la muerte de la hija de Denzel Whasington ha sido una de las últimas víctimas de la locura del demonio.
Como dice Amenábar, y también es secundado por la iglesia, el demonio trata de hacer que creas que no exista, para que no puedas rebelarte hacia algo en lo que no crees.



Y ahora sí, señor Amenábar, veremos alguna vez su corto "La extraña obsesión del doctor Morbius?
Aquí os dejo, mi entrada del cine, que como véis, me dieron la fila 13 y la butaca 13, en una sala abarrotada. ¿Casualidad? No lo sé, esto me recuerda a la periodista  Paloma Gómez Borrero cuando decía que cuando escribía sobre el diablo, le sucedían cosas muy extrañas.....


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