sábado, 25 de abril de 2015

EL CHALET DE MAJADAHONDA (MADRID): "BIENVENIDO A HORRORLANDIA"


Hola a todos/as!! No sé si habéis visto la espeluznante noticia, publicada en los medios, en donde un hombre de 32 años, Bruno H.V  ., parece estar supuestamente (mientras no se demuestre lo contrario según la ley) involucrado en el asesinato de dos personas (eran cinco los desaparecidos y de esos, la Guardia Civil ha hallado cuatro, pero queda una mujer y su tía) y su posterior desaparición de los cuerpos, en este caso, se trata de una inquilina suya una mujer argentina, Adriana G,de 55 años. y de su anciana tía.
Porque él era el casero, un casero esquizofrénico que había estado anteriormente en tratamiento psiquiátrico, y que habría convencido a su anciana tía, propietaria del chalet de los horrores, de que le firmara unos papelitos para que le diera su conformidad a la hora de alquilar el inmueble.

No se sabe si la anciana tía, de la que no se tienen noticias desde hace años, llegó a darle su conformidad, aunque él asegura, al parecer, que tras haberlo hecho, como premio a su buena acción, la ingresó en un asilo para ancianos, del que, al parecer, tras ser interrogado  por la policía, no logra recordar el nombre ni la dirección, ni siquiera la localidad donde se encuentra el mismo. Un asesino esquizofrénico y amnésico, diría yo.

Pues bien, la historia tal como la he leído en los medios y tengo que reconocer que me ha costado hacerlo, parece sacada de una de esas películas de sobremesa de antena 3 para el fin de semana en horario de sobremesa. Pero como siempre, tristemente, la realidad supera la ficción.


La sinopsis sería ésta: Un loco, (y además anménico) con problemas psiquiátricos, convence a su anciana tía de que le ceda su chalet de la urbanización La Sacedilla para alquilarlo y así ganarse la vida. Tras hacerlo, ésta desaparece misteriosamente, y después, sin la presencia de la anciana, lleva a cabo sus planes, alquilando la vivienda, por habitaciones, y eligiendo con cuidado y premura a sus inquilinas: mujeres de mediana edad, inmigrantes, trabajadoras, y que no tengan muchas amistades o familia para que luego no vengan a buscarlas y nadie las eche de menos. Menos la última, con la que no se llevaba bien y a la que mató en un brote psicótico, con la que no se llevaba bien. Posteriormente, la descuartizó y arrojó los restos humanos al contenedor cercano a su casa.
Los vecinos vieron al casero pintando las paredes y sacando grandes bolsas de basura, que arrojaba en varios contenedores. Pero les extrañó ver que soltaba las bolsas con mucha delicadeza y cuidado para que no se abrieran . Por ello se cercaron a ver una de las bolsas. Uno de ellos aseguró que creyó ver restos humanos entre los restos.
También pudo intentar borrar huellas y restos del crimen limpiando el chalé con grandes dosis de lejía y pintando la casa. Más tarde y con el móvil de la mujer, intentó confundir a los familiares y compañeros de trabajo de la mujer mandándoles mensajes de texto por su teléfono, un terminal con el que se habría trasladado a Barcelona para despistar a los agentes. Pero parece ser que sus familiares sospecharon de esos mensajes y de que le hubiera pasado algo, y  fueron los que dieron la voz de alarma a la policía para la localización de su paradero. Escrito así, suena terrorífico, y no es para menos.


Asimismo hace escasas horas, algunos conocidos diarios, publicaban que la sangre encontrada en la vivienda pertenecen a esta mujer así como los restos encontrados en la picadora industrial del sótano, que los canes del Servicio Cinológico hallaron restos de sangre en la bañera y en un desagüe, así como algunas 'fibras' y pelos,una mancha sangre humana en una pared pero sin posibilidad de identificación, ya que los restos estaban contaminados con lejía. . Y, por otro lado, que en la casa en la que residía el detenido en Móstoles se han encontrado el teléfono móvil de la presunta víctima y su coche en una calle cercana, donde también han buscado restos biológicos.
Ahora, la Guardia Civil, sigue rastreando la parte del vertedero de Pinto en la que acaban las basuras de la urbanización La Sacedilla de Majadahonda. Las basuras han quedado inmovilizadas para su estudio.
Esto es casi un calco de una de las películas un remake de un remake, entre otras muchas, de  "Noche de miedo" en su primera parte, en donde el malo es Colín Farrell y que trata de un chico que descubre que aunque su vecino le parece un tipo genial, con el paso del tiempo, empieza a percibir en él algo extraño. Un comportamiento sospechoso. Gente que entra y sale de su vivienda y grandes bolsas de basura arrojadas mientras nadie lo ve a la basura, hará que sospeche de que tal vez su vecino sea un asesino. .


















No hay comentarios:

Publicar un comentario