lunes, 3 de febrero de 2014

LA HISTORIA DE LA MISTERIOSA MUJER DEL PIANO, EN MURCIA

En esta tarde de misterio, viene a contarnos las historias de las que ha sido testigo, de una Murcia pasada, años 60-70, la señora Dña. Mercedes Velasco Correas (autoriza a mostrarse públicamente en este blog), vecina del barrio de Vistabella de Murcia.
Nos cuenta que este barrio, siempre ha sido de clase obrera, aunque también han vivido gente de clase media-alta, militares, banqueros y trabajadores de hacienda entre otros, por lo que sus casas  han sido de lo más variopintas, habiendo estilos para todos los gustos. También cuenta que una vecina realizaba rituales al maligno, ya que éste le daba más alegrías que el bando contrario, y que al término de su vida, por fin pudo ver a quién rendía culto realmente, cuando entre gritos de horror, tomó conciencia de con quién se marchaba al otro lado, pidió que viniera un sacerdote, pero cuando llegó, fué demasiado tarde, ya que la infeliz ya había emprendido el viaje con su compañero adorado. El diablo no consiente que se le escape un alma mientras tenga la oportunidad de llevársela al averno. O eso es lo que nos dicen.



La primera historia que nos cuenta, podríamos titularla, "LA HISTORIA DE LA MISTERIOSAS MUJER DEL PIANO", una vecina llamada Lola, que vivía en frente de su casa, siempre se dejaba ver como una mendiga, con la ropa raída, y viviendo de una manera miserable, junto a su sobrina a la que tenía como una hija. Tanto tía como sobrina, tenían resuelta la vida ya que la vieja tenía un alto patrimonio económico y era proveniente de una familia rica de Burgos, y la sobrina era trabajadora de Hacienda, por lo que no tenían ningún motivo para vivir una vida tan miserable como  dejaban ver. De hecho corría la leyenda en el barrio, de que la casa era un palacete, e incluso se oía tocar el piano por las tardes, ya que la señora sabía tocarlo. Aún así, la vieja salía de cualquier manera, y la sobrina siempre muy sencilla, nada de maquillaje y después de trabajar siempre se encerraba en la casa con su tía anciana.
Cierto día, fallece la anciana, quedándose la sobrina con la vivienda. A partir de ahí, la sobrina, empieza a llevar una vida alegre y desenfrenada, cambiando su forma de vestir, y sus maneras. En definitiva, por fin estaba saboreando la vida, lejos de fingir castidad para contentar a su tía. Pero la fiesta se le acabó pronto, porque murió atropellada en la avenida del río Segura a manos de un conductor que aseguró no haberla visto.
Como no portaba documentación alguna en el momento de su atropello, se le preguntó a las autoridades si alguien la conocía, y menos mal que un vecino de la zona que era policía la reconoció y pudieron darle sepultura.
La vivienda  quedó vacía, y  la policía llamó a los familiares para que tomaran posesión de ésta,  y cuando éstos llegaron, se quedaron petrificados, cuando por casualidad, al transportar el piano, descubrieron que bajo las teclas, se almacenaban grandes "fajos" de billetes, y esto les dió pié a pensar de que por la casa pudiera haber escondido mucho más:  millones aparecieron detrás de los cuadros, bajo los libros, bajo los colchones......todo el dinero del trabajo de la sobrina y las rentas millonarias de la tía, durante años y años, todo, absolutamente todo, en vez de tenerlo en el banco, lo tenían escondido en la casa.
Los familiares lo cogieron todo, asombrados y maravillados a la vez, y decidieron vender la casa a bajo precio (y esta es otra historia, ya que hubo engaños y falsas promesas de por medio entre los vecinos) y deshacerse de ella, ya que eran de Burgos y no iban a vivir aquí.
Esta historia sorprendente que pudiera dar pie a un libro,  no merece la pena escribirlo, porque vivir miserablemente para ser el más rico del cementerio, no tiene justificación ninguna. Las personas tenemos que vivir el aquí y el ahora, y n o pensar en el mañana, que tal vez no exista.



La segunda historia es una leyenda que circuló sobre Murcia capital, en una calle que pasó a llamarse como el título de la historia que aquí nos ocupa, "EL CALLEJÓN DEL CABRITO": Un señor sale una noche a tomarse unos vinos a una de las tabernas del centro de Murcia, cuando sale, ya tarde para dirigirse a su casa, ve en una calle un cabrito pequeño, que parecía perdido. Se acerca a él y se lo echa a la espalda pensando en la sorpresa que le va a dar a su mujer. Conforme se va acercando a su casa nota que el cabrito cada vez pesa más y más, y en el último callejón antes de alcanzar su  puerta, se gira para ver qué es lo que lleva a la espalda, viendo que en el lugar del cabrito, llevaba un ser monstruoso con patas de carnero y cuernos retorcidos que lo miraba con unos ojos muy  negros, de una negrura abismal. Entendido rápidamente que era el mismísimo satanás a quien portaba, echó a correr hacia su casa, contándole a su  mujer lo sucedido, y tomándolo esta por loco o por bebido,y no haciéndole el menor caso. Lo que está claro es que algo debió suceder allí, porque el buen hombre no volvió a beber en su vida, y a ese callejón se le puso el nombre "El callejón del cabrito", hasta que Murcia cambió  a las calles de nombre para adaptarlas al paso del tiempo, y la calle pasó a llamarse "Polo de Medina" (donde más tarde se descubrió un cementerio árabe bajo el pavimento de la misma ) desapareciendo la original. Yo llevaría cuidado, porque si antaño, caminaba el diablo por Murcia disfrazado de cabrito, ahora no sabemos que máscara puede tener. Por si acaso, llevemos cuidado y nos dejemos llevar por las apariencias, ni siquiera por la imagen de un manso corderito.
Nota: si queréis documentaros sobre esta leyenda, podéis leer este artículo que le dedicó el periódico La Verdad en su día, aunque aquí la cuento tal y como a esta señora se la contaron a ella quienes se hicieron eco de la misma en aquellos tiempos, y que fué pasando de padres a hijos hasta llegar hasta ella. http://www.laverdad.es/murcia/v/20120708/murcia/zapatero-juan-cargo-diablo-20120708.html

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