lunes, 13 de enero de 2014

MURCIA: "ÁNGELES Y DEMONIOS"

Esta tarde se sienta a contarnos las historias que ha vivido y que le han contado, mi abuela, la Señora Dña. Rita Correa, de 92 años, porque los abuelos son un tesoro, son "AHV", (Archivos Históricos Vivos)...que han sido testigos de una Murcia pasada, llena de luces y sombras, ángeles y demonios de una época pasada.


Ella ha sido testigo de algunas historias de una Murcia pasada, donde las enfermedades como la tuberculosis entre otras, sesgaban la vida inesperadamente de muchos murcianos así como la cruenta guerra entre bandos, señalando con el dedo al enemigo con saña, y acabando con muchas vidas de inocentes. La otra cara de la moneda, aquella que arroja  luz sobre la vida y la muerte, también es inesperada, presentándose sin previo aviso para asombro de sus protagonistas como veremos a continuación.
Una Murcia muy religiosa, en donde el pecado era castigado y los buenos actos recompensados.

Las siguientes historias son hechos reales, por muy sorprendentes que parezcan, y que nos hacen pensar que los ángeles y demonios de aquella época, siguen muy vivos aún en nuestros tiempos.

"LA PROMESA"
-La primera historia se remonta a Cartagena, cuando la vecina de su madre, una señora con una hija mayor, cae enferma y muere, habiéndole prometido la hija antes de morir  a la madre, una misa, que no le hizo.
Pasó el tiempo, y cuando la mujer se iba a trabajar por la mañana, al bajar por la escalera, veía a su madre en el hueco de la misma en el descansillo. La mujer horrorizada vio esta  visión unas cuantas veces más y decidió consultarle al sacerdote de su parroquia, el cual le preguntó si había quedado algo pendiente entre la dos, respondiendo ésta, que le había realizado la promesa de hacerle una misa en su nombre, pero no lo había hecho. El sacerdote le pidió que lo hiciera, así como que le rezara y pidiera por ella, pues quizás estuviera en el purgatorio y necesitara ésto para salir.
Así se hizo y la madre no volvió a aparecerse en el hueco de la escalera, y es que no debemos hacer promesas que quizás después no vayamos a hacer.

 "EL NIÑO PARALÍTICO"
-En la antigua calle de la Gloria en Murcia, muy cerca de la iglesia del Cristo del Rescate, vivía un niño de 10 años paralítico desde muy pequeño, que siempre estaba asomado al balcón y el pobre no podía bajar, saludando desde allí a todos los vecinos que pasaban. Cierto día, cuando se celebraba la festividad del besa pié a este Cristo, su madre le comenta a una vecina, que le gustaría llevar al niño para que le besara el milagroso pie al Cristo. Así que entre las dos, toman al niño como pueden y se lo llevan a la iglesia, donde el niño besa el pie.
A la mañana siguiente, el niño se levanta de la cama como si tal cosa, y se pone a jugar, a saltar.. su madre impactada por esto, entendió que era un milagro del Cristo del Rescate y dio gracias por este milagro, siendo testigos todos los que allí vivían de lo imposible.

"LA HIJA DEL DOCTOR ALBERCA"
-El prestigioso Doctor Alberca, director y creador del psiquiátrico de Murcia en aquella época, tenía dos hijas, una de ellas que murió de tuberculosis y la otra que cayó enferma después.
El padre un reputado doctor en psiquiatría, no creía en nada, decía que posiblemente hubiera un Dios, pero que no estaba seguro.
Su mujer en cambio era una persona muy religiosa que  siempre estaba en misa.
La hija empeora de su enfermedad y los médicos temen lo peor, llegando médicos de fuera de Murcia, y dándola por deshauciada. La muerte le vendría pronto y de forma inevitable. Ante esto, su madre, que ya sufría por la muerte reciente de su otra hija, fue a pedir por ésta, al besa pie del Cristo del Rescate y le rezó los 33 credos que hay que rezar. A la mañana siguiente, su  hija se levantó como una rosa, se lavó, se peinó, y salió de la habitación donde llevaba tanto tiempo recluida, para susto y espanto de su familia, que no daban crédito a lo que estaba sucediendo. Los médicos estudiaron el caso y concluyeron de que se trataba de un milagro del Cristo.

"LA APARICIÓN DE LA VIRGEN" 
-Su vecina, del Arco de San Juan de Murcia (omito nombres), estaba enferma de tuberculosis y un buen día vio a una señora muy hermosa en su habitación que desprendía luz, y le dijo que besara a sus hermanos que a las dos de la tarde se iría con ella hacia un viaje muy hermoso, y que le dijera a sus hermanos que no tuvieran miedo de besarle porque no se les contagiarían. Así se hizo, y tal como le dijo la señora, a las dos de la tarde la mujer cerró los ojos y murió en paz. A ninguno de sus familiares que la besaron, se les contagió la enfermedad, siendo testigos de un hecho insólito.


"MALA CONFESIÓN"
-Este hecho le ocurrió a su  propio padre, un buen señor, que era católico pero no practicante.
En el lecho de muerte, el sacerdote vino a confesarle, pero ante las preguntas de aquel que le preguntaba si había ido a misa, si había orado, etc, éste resolvió a afirmarlas todas, sin ser cierto, mintiéndole en todo. Cuando se marchó el sacerdote, empezó a ver una figura horrenda que lo miraba desde el cuadro del cristo del sagrado corazón que tenía a los pies de su cama, y esta visión le horrorizaba hasta tal punto que pidió a gritos que se llevaran este cuadro de allí. Nadie entendía nada, y menos de que a alguien le pudiese molestar un cuadro de un Cristo. El caso es que lo sacaron de allí, y este hombre quedó tranquilo, pero sus familiares sospecharon que lo que veía era al mismísimo demonio, con lo que volvieron a llamar al sacerdote que sospechando que había hecho una "mala confesión" volvió a confesar al enfermo, y éste diciendo esta vez la verdad, vio como desaparecía esta figura para dar paso a una de luz que le invitó a irse con ella.
Así lo hizo, expirando en paz, pues esta vez había dicho la verdad.



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